COMERCIO INTERNACIONAL
La industria astillera de Colombia se consolida y aumenta sus exportaciones
Por este concepto, entre 2017 y 2018, el país recibió cerca de 75 millones de dólares. Una de las embarcaciones emblemáticas exportada por el país es el buque ‘Gracias a Dios’, que navega en Honduras.
Que un país tenga la capacidad para diseñar, construir buques y además exportarlos, evidencia la solidez de su industria astillera y lo convierte en un referente internacional. Justamente eso fue lo que le sucedió a Colombia por cuenta de una estrategia que ha dado frutos: apostar por la innovación y el conocimiento. El fomento de la investigación, el uso de las tecnologías de punta y la capacidad de garantizar la seguridad de las embarcaciones –que se adquirió en medio del conflicto armado– dotaron a nuestra Nación de una experiencia que pocos en el mundo tienen.
Esas particularidades llamaron la atención de un país como Honduras, que decidió recurrir a Cotecmar para la fabricación de un buque de apoyo logístico y de cabotaje destinado, principalmente, a misiones humanitarias en las zonas de difícil acceso. Este barco fue construido durante 11 meses por más de 2.500 profesionales del sector en la zona industrial de Mamonal, Cartagena, donde la corporación tiene su astillero. Con capacidad para transportar 246 toneladas de carga, entre víveres, agua potable y combustible, la embarcación puede navegar 40 días sin reabastecimiento. Además, está dotada con una sala de hospitalización y una planta capaz de convertir el agua salada en dulce y apta para el consumo.
También le puede interesar: Esta es la historia de la línea naviera más importante de San Andrés
Hoy es el buque más moderno de Honduras y de Centroamérica. Ha estado a disposición de las fuerzas armadas hondureñas para defender la soberanía, combatir el narcotráfico y prestar ayuda humanitaria. También lleva medicamentos y materiales de estudio como libros y lápices a municipios del departamento Gracias a Dios (que inspiró el nombre del buque) a los que solo es posible arribar por vía marítima.
El mundo lo pide
Brasil, uno de los países del continente más reconocidos en el sector astillero, también ha acudido con frecuencia a la experiencia de la industria colombiana. De hecho, los brasileños fueron los primeros en confiar en la tecnología naval de Colombia. En 2011 se cerraron negociaciones por cerca de 6,5 millones de dólares para adquirir cuatro lanchas patrulleras de río: las LPR 40. Diseñadas y construidas en nuestro país, cada una tiene capacidad para siete tripulantes, autonomía de cinco días y ametralladora y lanzagranadas, como parte de su equipamiento.
Entre 2011 y 2018 se exportaron cerca de 75 millones de dólares en embarcaciones hechas en Colombia, según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Solo el año pasado esa cifra alcanzó los 8,3 millones de dólares. Fue un buen periodo tanto en ingresos, como en pedidos, que se materializarán este 2019. Uno de esos encargos nuevamente provino de Honduras. Casi un año después de recibir Gracias a Dios, el país centroamericano firmó un nuevo convenio para adquirir dos lanchas rápidas de interceptación y ratificar su confianza en los productos navales ‘made in Colombia’.