ENTREVISTA
“Haremos parte de la nueva normalidad”: Uber
Justin Kintz, vicepresidente global de Asuntos Públicos de Uber, habló con SEMANA sobre las iniciativas que ha puesto en marcha la compañía para mitigar los impactos del covid-19.
Aunque países como Nueva Zelanda cantan victoria frente al virus por la reducción en el número de contagios, en otras naciones la batalla hasta ahora comienza. Estados Unidos ya supera el millón de contagios, y Harbin, una ciudad china en la frontera con Rusia, está en riesgo de ser el nuevo epicentro del virus luego de que se registrara un rebrote de covid-19. Sin duda esta es una batalla de largo aliento en la que las personas y empresas tienen el deber de aportar soluciones –a partir de sus capacidades– que mitiguen los impactos sociales y económicos de la pandemia.
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Es la una de la tarde en punto en Ciudad de México, Justin Kintz se conecta a Zoom para hablar sobre las iniciativas que Uber ha puesto en marcha para beneficiar a sus conductores, usuarios y a la población en general afectada por el coronavirus. “En honor a Colombia estuve preparando una torta de choclo. Aún no la he probado, pero he pasado mucho tiempo cocinando en casa”, inicia la conversación Kintz. El vicepresidente global de Uber conoce muy bien nuestro país y, en general, toda la región latinoamericana.
Justin llegó a Uber en 2013 y se desempeñó en principio como director de Políticas Públicas y Comunicaciones de América del Norte durante más de tres años. Sus buenos resultados –y su amplio conocimiento del mercado latinoamericano– le permitieron crecer rápidamente dentro de la empresa. Hoy es el vicepresidente global de Asuntos Públicos.
SEMANA: Cuando pase la pandemia, ¿qué pasará con Uber en América Latina?
Justin Kintz: Durante años hemos tratado de descubrir cómo podemos complementar todos los modos de vida pública existentes –transporte público, restaurantes, bicicletas, scooters– para asegurarnos de encajar en la vida cívica. Podemos ser una oportunidad para generar ganancias adicionales mientras se está entre dos trabajos o ayudar a que zonas desatendidas por el transporte puedan tener acceso a una movilidad segura. Para esto es fundamental contar con un marco normativo claro y estabilidad regulatoria. Creo que al salir de esta crisis podemos encontrar formas de llenar los vacíos de los gobiernos.
SEMANA: ¿Qué iniciativas está desarrollando la compañía a nivel global hoy para mitigar los impactos del covid-19?
J.K.: Nos hemos comprometido con diez millones de viajes y entregas de alimentos gratis para ayudar a los trabajadores de la salud, personas mayores, entre otros. En Cataluña ayudamos a distribuir kits de exámenes para adultos mayores. En Perú, contribuimos para que el personal esencial –médicos, enfermeras, industrias esenciales– puedan movilizarse mientras dure el estado de emergencia. También estamos conectando a los socios conductores con otros servicios que están contratando rápidamente como Amazon o Domino’s Pizza en Estados Unidos.
SEMANA: En Reino Unido e Irlanda también se ha reconocido su aporte...
J.K.: En Reino Unido nos comprometimos con 200.000 viajes gratis para que los funcionarios del Servicio Nacional de Salud, y de la entidad de salud de Irlanda del Norte (Health & Social Care), puedan trasladarse hacia y desde el trabajo. También entregamos 100.000 comidas gratis a través de Uber Eats.
SEMANA: El coronavirus ha puesto en jaque a muchas empresas. En algunos mercados importantes de Uber como San Francisco, Seattle y Nueva York las reservas de viajes han caído entre un 60 y 70 por ciento. ¿Han identificado nuevas oportunidades en medio de la pandemia?
J.K.: En estos momentos no nos estamos concentrando en las oportunidades comerciales, sino en ver cómo podemos utilizar el poder de la plataforma y la experiencia de nuestros tecnólogos para encontrar nuevas formas de entregar bienes y servicios a quienes más lo necesitan. Estamos descubriendo que Uber Eats y Uber Flash son un gran ejemplo de ello.
SEMANA: Hace poco empezó a funcionar Uber Flash en América Latina. ¿Cómo le ha ido hasta ahora?
J.K.: Este producto es una oportunidad para que los socios repartidores que ahora no están operando puedan generar ganancias adicionales. Llegó el 15 de abril a Bogotá, Chía y Cajicá, y ya se visualiza un crecimiento de hasta un 70 por ciento. También lo hemos implementado en otros países de la región como Argentina, Chile, México y Costa Rica.
SEMANA: Uber viene de un escenario difícil. Antes de la pandemia, el gobierno colombiano prohibió su operación. Y ahora llegó el reto del covid-19. ¿Cómo espera la compañía superar esta crisis?
J.K.: Una vez el virus comience a disminuir su intensidad, las personas regresarán al trabajo, a la escuela, y necesitarán movilizarse nuevamente por sus ciudades. Cuando esto suceda, Uber, a través de sus programas de viajes, bicicletas eléctricas y scooters, podrá ayudar a las personas a moverse de manera conveniente y hará parte de la nueva normalidad. La controversia del año pasado con el gobierno colombiano podría ser solo un mal recuerdo.