OPINIÓN
¿Por qué es importante ratificar el Convenio de Minamata en el país?
Porque este marca el camino por seguir para eliminar el mercurio en todo el mundo. El gobierno presentó la Ley 1892 de 2018 para adherirse a este. Fue aprobada, pero está en revisiones.
El mercurio es reconocido en el mundo como un contaminante que, en cualquiera de sus formas, genera problemas ambientales y sanitarios. Debido a su alta toxicidad, la Organización Mundial de la Salud incluyó este metal en la lista de los diez productos o grupos químicos que plantean especiales problemas en el contexto internacional.
Colombia no es la excepción. El país presenta altos índices de consumo de este químico debido, principalmente, a la minería aurífera artesanal que afecta las fuentes hídricas. Según la Ocde, vivimos en la Nación con más liberación de mercurio por habitante, proveniente de la minería artesanal del oro a pequeña escala y de la extracción ilegal.
Ante este panorama, el gobierno nacional se ha comprometido a implementar acciones para abordar de manera integral la gestión y racionalización del uso del mercurio y su eliminación gradual. En armonía con este objetivo, se expidió la Ley 1658 de 2013, que establece disposiciones para la comercialización y el uso de este químico en las diferentes actividades industriales del país.
Esa ley planteó eliminar el uso de esta sustancia en la minería, el plazo máximo para erradicar su utilización acaba de vencer en este mes de julio. La industria deberá conseguir lo mismo para 2023. Esta ha sido una de las pocas decisiones que han tomado a nivel internacional los más de 70 países en vía de desarrollo que tienen este tipo de minería con mercurio.
Colombia cuenta también con el Plan Único Nacional de Mercurio, que articula el trabajo de siete ministerios, y el decreto 2133 de 2016, que establece medidas de control a la importación y comercialización de mercurio y los productos que lo contienen. Así se ha logrado la reducción del 98 por ciento en las importaciones, al pasar de unas 100 toneladas anuales a solo dos –autorizadas para procesos relacionados con la salud–.
Los avances son notorios pero es urgente adherirse a otros esfuerzos internacionales que coadyuven a la lucha contra el mercurio, como lo hace el Convenio de Minamata. Su ratificación fue priorizada por este gobierno.
La Ley 1892 de mayo 11 de 2018, proyecto que fue radicado ante el Congreso de la República el 12 de octubre de 2016, logró su aprobación en el último debate en la plenaria de la Cámara de Representantes el pasado 21 de marzo. Actualmente está siendo revisado por la Corte Constitucional, por tratarse de un tratado internacional.
Para el país, esta ratificación es un gran paso que fortalecerá la legislación colombiana y las estrategias en la gestión adecuada del mercurio. Además, es una señal importante para el mundo y las agencias internacionales que han apoyado a Colombia a través de proyectos de cooperación. Han sido mucho los aliados: Alemania, Suiza, Estados Unidos, Unión Europea, Reino Unido, Canadá, ONU Medio Ambiente, Onudi, PNUD, ONU Derechos Humanos y Unitar, WWF, entre otros.
La implementación del convenio le da al país la posibilidad de acceder a asesoría internacional en capacitación, tecnología, recursos humanos, financieros y técnicos, necesarios para eliminar el uso de este metal en todos los frentes. Adicionalmente, permitirá hacer alianzas estratégicas con otros países en temas como el control al contrabando de mercurio y la recuperación de sitios contaminados.
Luego de que culmine el proceso interno de ratificación oficial, en la segunda Conferencia de las Partes, que se realizará del 19 al 23 de noviembre de 2018, Colombia podrá participar con voz y voto en las negociaciones y toma de decisiones para la reglamentación e implementación del convenio.
*Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.