FALCAO GARCÍA

Disciplina, fe, amor, entrenamiento; ¡así se cura un ‘Tigre’!

Aquella terrible lesión lo alejó de Brasil 2014. Estuvo meses en piscinas y gimnasios; y otros más en los banquillos de equipos que no creían en él. Pero él volvió con hambre de gol. Sí, hablamos de Radamel Falcao.

Camilo García Cortés*
6 de junio de 2019
| Foto: Getty

El 25 de enero de 2014 fue un día de emociones encontradas para Radamel Falcao García. Tras la cirugía realizada por Carlos Noronha en el Hospital de la Trinidad, en Porto, el delantero meditó sobre su bienestar físico, la Selección Colombia, los millones de hinchas a la espera de su regreso y la inquietud por su futuro.

Aunque una presión de esta magnitud hubiera podido hundir a cualquiera que estuviera en las mismas circunstancias, el Tigre se lo tomó con calma. Cuatro días después de la intervención empezó su recuperación en una cámara hiperbárica y, dos semanas después, inició el trabajo físico de rehabilitación.

“Lo primero que me pidió fue oración. Él me dijo que mediante ella y con un trabajo fuerte podría revertir su difícil situación”, afirma Maicol Buitrago, un amigo de infancia que pudo ver a Radamel horas después de la intervención.

De acuerdo con la Sociedad Americana de Ortopedia para la Medicina Deportiva, tan solo en Estados Unidos ocurren entre 100.000 y 200.000 lesiones de ligamento cada año en deportistas de alto rendimiento. Gracias a las nuevas técnicas de operación esta dolencia puede ser superada en un alto porcentaje. Sin embargo, no todos lo logran y son múltiples las razones que determinan el retorno de un deportista a las pistas o a los campos de juego.

La disciplina fue determinante en la recuperación de Falcao. Durante los primeros días –luego del proceso quirúrgico– Radamel tuvo que aprender a caminar nuevamente. El proceso de reparación del ligamento se toma entre cuatro y cinco semanas y se da a través de una evolución natural del cuerpo. Aunque existe un factor fisiológico de autocuración, el empeño del capitán del Mónaco fue clave.

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Durante los primeros meses, cada día, se ejercitaba durante diez horas. En la mañana hacía caminata y gimnasio; y por las tardes el tratamiento especial para la rodilla junto a ejercicios en piscina. “Durante este tiempo la idea era la de trabajar con bajo impacto y mantener el estado físico lo mejor posible”, explicaba Falcao en una entrevista para SEMANA.

Otra de las razones de su recuperación está ligada al reencuentro con su vida familiar. Radamel tuvo la oportunidad de disfrutar de los primeros meses de su hija Dominique, que había nacido poco tiempo atrás en Mónaco. Junto con Lorelei Taron, su esposa, las mujeres de la casa funcionaron como un motor que impulsó su mejoría.

Otra de las fuerzas que impulsó su rehabilitación fue su fe. El 18 de julio de 2014, días después de la derrota de Colombia ante Brasil en el Mundial, en medio de la tristeza que le producían esta serie de eventos desafortunados, Radamel citó un versículo bíblico de la Carta a Los Corintios que lo ha acompañado durante todo su proceso. “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”. Falcao decía: “Durante este tiempo Dios ha sido mi refugio. En medio de la adversidad he confiado en sus promesas”.

El 10 de agosto de 2014 Falcao volvió a las canchas marcando un gol ante Lorient por la Ligue 1. Desde aquel momento inició su largo proceso de recuperación. Durante este tiempo el delantero entendió que necesitaba minutos de juego que serían vitales para retornar a su nivel. No obstante, no tuvo las oportunidades. Su paso por Inglaterra no fue afortunado. En el Manchester United apenas recuerdan su nombre y en el Chelsea el Tigre tampoco tuvo un buen desempeño. Solo anotó cinco goles en las canchas británicas. Era mejor volver al Principado.

En el Mónaco le garantizaron a Falcao que jugaría y sería uno de los líderes de la plantilla. El técnico Leonardo Jardim identificó esa necesidad desde el inicio de la temporada y lo mandó al campo. El delantero recuperó su forma y no ha parado de marcar goles. Desde esa temporada de 2016, solo en la Ligue 1, anotó 54. Quedó campeón de la Liga Francesa y fue el referente del único equipo que ha logrado competirle a la nómina del Paris Saint Germain. Además, puso al Mónaco en boca de toda Europa luego de llevar al equipo a semifinales de la Champions League en 2017; cayeron ante la Juventus.

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Falcao, el máximo goleador histórico de la Selección Colombia, el Tigre del área, afrontó un largo proceso de recuperación; solo al cabo de tres año recobró su mejor nivel. Libró una larga batalla contra el escepticismo y las tardes de suplencia, pero el capitán está de regreso y es uno de los más grandes referentes del fútbol colombiano en el mundo; y el mejor ejemplo de perseverancia y resiliencia.

*Periodista y amigo de infancia de Falcao García.