CULTURA
Bibliotecas, arte y ferias: la propuesta cultural de la capital nortesantandereana
Durante los últimos cuatro años, el desarrollo de Cúcuta ha sido impulsado por el fortalecimiento de tradiciones y procesos de formación que dibujan a la ciudad como un epicentro cultural de la región.
Amanece, el sol se asoma, las familias están listas y los disfraces son sacados del armario. Antes del mediodía, las calles citadinas se adornan con trajes verdes y orejas de duendes que anuncian el comienzo de la Feria de Cúcuta. Anualmente, “la ciudad de las oportunidades”, como la califica el secretario de Cultura y Turismo, Ciro Durán, es protagonista de una de las celebraciones más queridas y esperadas por los ciudadanos, pero también por empresarios de diferentes sectores y turistas.
Durante la administración del alcalde César Rojas Ayala, la feria se ha posicionado como un referente cultural del oriente colombiano y como una festividad que tiene por objetivo fortalecer la historia y el comercio de Cúcuta. Tres son los pilares que han permitido su crecimiento: la promoción de la ciudad, su actividad económica y su identidad cultural.
La feria hace su gran apertura con el desfile de duendes y continúa con una muestra de autos y bicicletas antiguos. La programación también incluye obras de teatro, cabalgatas, actividades académicas de emprendimiento, serenatas con más de 100 mariachis, muestras gastronómicas y conciertos de música variada. Adicionalmente, durante los cinco días de fiesta los artesanos locales tienen un espacio para exhibir sus trabajos y productos, que van desde objetos tan cotidianos como una silla, hasta joyas fabricadas en oro.
“Si no vas a la feria, la feria va a ti”, es el concepto con el que surgieron los circuitos culturales que hoy tienen presencia en zonas urbanas y varias áreas rurales de difícil acceso. La iniciativa busca garantizar el derecho de todas las personas a formarse y reconocerse. Por otra parte, la Alcaldía gestiona procesos estables de formación cultural que, de la mano de líderes comunales y por medio de música, danza, teatro, artesanías, artes plásticas y artes visuales, acercan a las comunidades al arte.
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Generalmente, los jóvenes prefieren talleres relacionados con el teatro y las artes visuales, mientras las madres con las artesanías y los adultos mayores con la danza. Hasta la fecha, más de 65.000 personas se han beneficiado gracias a estos procesos. “La idea es encontrar sitios estables en cada comuna y llevarlos a niveles superiores de formación. Queremos incidir en lugares con problemáticas sociales y trabajar en el tema de emprendimiento para que se convierta en una forma de sustento futuro para ellos”, señala el secretario de Cultura.
La feria también nació con la intención de abrirles a los artistas locales un espacio de reconocimiento nacional. En el primer año, 2016, la agrupación Chocquibtown hizo su debut y atrajo a cerca de 18.000 personas. Para el año siguiente escaló a un nivel departamental y con el crecimiento del evento fue notable el aumento de participantes, además de lo que ello representaba en términos de desarrollo para la ciudad. Las ventas pasaron de incrementarse un 34 por ciento en 2016 a 85 por ciento en 2019. Ese mismo año, el número de visitantes alcanzó los 45.000 y se generaron cerca de 5.300 empleos.
Además de las celebraciones tradicionales, la feria es el epicentro para que las niñas de todas las comunas, en representación de la mujer cucuteña, se preparen para competir por el gran título de reina. La elección se hace durante la semana del evento. Sin embargo, la competición no se reduce a las aspirantes, pues los diseñadores y el equipo de maquillaje también se disputan el reconocimiento de su obra. “El desfile ha sido una oportunidad para que las jóvenes muestren su talento y varias de ellas ya hacen parte de reconocidas compañías de modelaje”, resalta María Teresa Gélvez, subsecretaria de Cultura y Turismo.
Para impulsar la cultura en Cúcuta, a todo este esfuerzo se suma la construcción de una ludoteca, tres bibliotecas y seis salas de lectura nuevas, durante los últimos cuatro años, escenarios que incentivan el hábito de la lectura y se complementan con actividades como Cine al Parque y lunadas literarias. El objetivo es que la promoción cultural sobrepase los límites de la municipalidad y que perdure durante varios años como una manera de identificar las raíces de la ciudad.