SEGURIDAD
En Cúcuta, los ciudadanos se han formado para atender emergencias
A la voz de un accidente, en la hay un ejército de ciudadanos capacitados para atenderlo. La estrategia piloto de los comités barriales los convirtió en los primeros rescatistas en llegar a una emergencia.
Pocos saben que en Cúcuta nació un proyecto piloto de gestión del riesgo que hoy se replica en otras ciudades del país y del mundo. Todo empezó cuando a Félix Muñoz, actual secretario de Riesgos de la ciudad, se le ocurrió integrar los barrios para que en cada lugar existieran ciudadanos dispuestos a prestar los primeros servicios de auxilio mientras los organismos oficiales llegan a responder.
Su inspiración fueron las imágenes del terremoto de México en septiembre de 2017. Por ese desastre, el mundo supo de la capacidad de los ciudadanos para adaptarse rápidamente a ese complejo entorno, e incluso de lo importante que fue la asistencia a los más damnificados cuando los servicios de control se desbordaron.
Con ese retrato en mente la Secretaría de Riesgos comenzó a trabajar de forma independiente en Cúcuta por un proyecto piloto que capacitara a la comunidad para generar las alertas tempranas necesarias y también ser capaces de conformar la primera línea de respuesta ante cualquier emergencia. “La premisa aquí es que nadie conoce mejor su barrio que quien lo habita y ese vecino, al que usted no saluda en las mañanas, es el que puede salvarle la vida”, dice Muñoz.
En ocasiones, el colapso de los organismos de socorro abre la puerta a una necesidad que algunos voluntarios están dispuestos a satisfacer. Las capacitaciones comenzaron en dos de las diez comunas de Cúcuta (6 y 8) con el apoyo de organismos como Defensa Civil y la Cruz Roja. Las personas de los barrios aprendieron primeros auxilios y recibieron un kit (chaleco, gorra y morral). En la primera promoción de estas capacitaciones se graduaron 580 personas de 84 barrios.
El proyecto se conoce como Gestión del Riesgo en Tu Barrio y ha sido replicado en La Guajira, Santa Marta y Medellín. Más adelante cruzó fronteras y representó a Colombia en Chile en un congreso sobre migración. Allí Muñoz coincidió con funcionarios de la Agencia para Refugiados (Acnur) y, gracias al interés que generó el proyecto, logró obtener insumos para ensanchar su trabajo hacia otras ocho comunas que faltaban en la ciudad.
Esa gestión permitió capacitar a cerca de 1.200 personas y 280 comités barriales. Muñoz y su equipo de trabajo son conscientes de que quienes ejerzan su papel de alerta temprana no van a solucionar un problema, pero al menos están preparadas.
Hoy, cada barrio de Cúcuta construye un plan de gestión del riesgo activo que incluye elaborar desde maquetas hasta la aplicación para celular ‘Yo prevengo’. Por medio de ella, los ciudadanos comparten en tiempo real las emergencias de cada barrio. “Esta red consolida un proyecto de resiliencia urbana muy sencillo, pero al que no se le ha dado la dimensión que merece”, advierte Muñoz.