Cúcuta se ha convertido en un eje empresarial para la región. | Foto: Juan Pablo Bayona

ECONOMÍA

Cúcuta, una ciudad de puertas abiertas para la inversión

Las dificultades son oportunidades. Esa es, justamente, la otra cara de lo que está sucediendo en la capital de Norte de Santander, en donde la situación que vive Venezuela ha generado nuevas dinámicas económicas para la ciudad.

Mónica Pardo*.
1 de diciembre de 2019

Cúcuta se ha ido transformando en un centro de abastecimiento de víveres para el país vecino y en un lugar de posibilidades para el desarrollo de nuevos negocios, en particular, en el sector gastronómico. En la ciudad se ha visto la apertura de restaurantes como Galileo, Ank y Epicco, en el barrio Los Caobos, una exclusiva zona comercial y financiera de la ciudad.

Así mismo, desde el año 2017 la ciudad inició una recuperación tras el cierre de la frontera en 2015, lo que ha conducido a un aumento de la demanda. Según explica Gladys Navarro Uribe, directora de Fenalco Norte de Santander, la apertura del paso peatonal de la frontera en 2016 hizo que los venezolanos se desplazaran hasta Cúcuta para comprar toda clase de productos.

“La demanda tuvo su momento más alto en la temporada de Navidad de 2018, cuando Venezuela se desbordó para adquirir otros productos como calzado y confecciones”, anota Navarro.

Otro de los cambios ha sido la llegada de capitales extranjeros. En la ciudad operan cadenas como Intercontinental Hotels Group (IHG), con la marca Holiday Inn; Hilton, bajo el sello Hampton; la española Sercotel, con el Hotel Casino Internacional; y la francesa Accor, con su marca Ibis.

De igual manera, en el último año, dos proyectos aterrizaron en Cúcuta provenientes de Portugal. Según información de ProColombia, el primero es el centro comercial Jardín Plaza, con una inversión cercana a los 65 millones de dólares y que, según los inversionistas, genera más de 1.000 empleos directos. Y el segundo es la tienda Ara, del grupo portugués Jerónimo Martins, que en octubre de 2018 abrió sus puertas. Previamente, en marzo de 2017, el grupo abrió una bodega de Canasto, con un nuevo formato más sencillo en Villa del Rosario.

“Cúcuta viene trabajando en el posicionamiento de una ciudad resiliente y de oportunidades que busca consolidarse como un nodo comercial, de turismo y como locación para compañías extranjeras. Desde el Gobierno hay un interés en fomentar el desarrollo de la región”, asegura Flavia Santoro, presidenta de ProColombia.

El hijo pródigo

SugarCraft, una empresa especializada en fabricar materias primas e instrumentos para panadería y repostería, que venía funcionando en Valencia con un mercado ya consolidado y que generaba más de 25 empleos estables, cerró sus puertas en Venezuela y decidió abrirlas hace dos años en Cúcuta.

“Empezamos a notar la decadencia del mercado venezolano. Hubo un momento en que, a pesar de que había mucha demanda, el azúcar se volvió material estratégico de la nación y solo el Estado podía tenerlo, y se volvió un negocio complicado. A esto se sumó el problema de la devaluación y un robo en la empresa en el que se llevaron materias primas, entre otras cosas”, explica Luis Carlos Zambrano Jáuregui, director comercial y cofundador de SugarCraft.

Él es un joven cucuteño de 30 años, radicado desde hace 12 en el país vecino. Allí conoció a su esposa, María Eugenia Gándara –cofundadora y directora ejecutiva de la empresa–. A finales de 2016 viajaron por el país para estudiar el comportamiento del mercado. “Para nuestra sorpresa, ver pastillaje era tan común como tomarse un caldo al desayuno. Cuando vi esto le dije a mi esposa: ¡nos vamos!”, relata, y recuerda que al llegar a Colombia contaban con pocos ahorros y la determinación de salir adelante. Apenas con la idea en la cabeza y el apoyo familiar, así iniciaron.

“Vimos oportunidades de desarrollar el negocio porque es un producto que se puede vender a nivel nacional, que no maneja cadenas de frío, y la comercialización se podía hacer desde Norte de Santander. Además, nos dimos cuenta de que había beneficios para los emprendedores”, cuenta ella. Al regresar al país, él inició su negocio en la casa de su madre y recibió el apoyo en temas legales y de formalización por parte de la Cámara de Comercio de Cúcuta, a través del programa ‘Empréndelo’, el cual pertenece a una estrategia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Confecámaras.

Se acogió a la figura de Retorno Productivo, del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que le permitirá acceder al Fondo Emprender del Sena. En la actualidad SugarCraft, ya instalada en Los Patios, municipio del Área Metropolitana de Cúcuta, emplea a 16 personas (ocho colombianos y ocho venezolanos), quienes atienden a los mercados de Bogotá, Medellín y Cartagena.

*Periodista económica.