ECONOMÍA

Así puede crecer el potencial del agro colombiano

El campo en el país tiene un desafío enorme y es aumentar su producción bajo estándares de calidad. Un estudio de Grupo BIOS da señales de cómo conseguirlo.

26 de abril de 2020
Es clave que Colombia active una diplomacia sanitaria que le permita abrir puertas de mercados atractivos para exportar. | Foto: Cortesía Bios

¿Qué tanto sabemos del campo colombiano y cuál es su verdader potencial? La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lo advirtió: el mundo deberá duplicar su producción agrícola para 2050, pues la población mundial pasará de 7,3 billones de habitantes a 9,7 billones para ese año. Colombia, al estar en la lista de las naciones llamadas a ser parte de este abastecimiento global, tiene una oportunidad para desarrollar su agroindustria e insertarla en los mercados globales.

Para Grupo BIOS –líder del sector agro desde hace más de 65 años– el país debe aprovechar su potencial agroindustrial, que se vio truncado por el conflicto armado durante décadas, pues impidió su crecimiento dinámico y afectó la cadena de producción y comercialización. De igual forma, se ha visto perjudicado por la falta de planeación del uso y manejo de las tierras: una cuarta parte de los terrenos están sub o sobreutilizados (de los 43 millones de hectáreas destinadas al uso agropecuario, 34,4 se usan en ganadería y 8,6 en agricultura).

La estrategia de apoyo del Grupo BIOS hacia la Nación es contribuir con el desarrollo del campo colombiano y garantizar el acceso a alimentos de calidad, mediante la participación activa en cada eslabón de la cadena: desde la siembra del producto hasta la llegada al consumidor final. Para lograrlo, sus más de 7.000 empleados directos son una ficha clave.

Cambiar la realidad

Transformar el campo requiere un trabajo conjunto entre el Gobierno, los campesinos, los trabajadores agrarios y la academia que garantice el desarrollo de las zonas rurales y que posicione al sector como el principal polo de crecimiento económico del país.

Además, hay que trabajar en una agenda política y económica que incluya temas como la seguridad jurídica y uso de la tierra, y la competitividad y diplomacia sanitaria. “Todas esas materias se deben entender bajo un enfoque integral que permita construir una estrategia de largo plazo que beneficie y promueva la agroindustria en el país”, asegura el estudio de Grupo BIOS.

Se debe trabajar, además, por la situación de inseguridad alimentaria y por la mejoría de la infraestructura física y vial del país, que impide el acceso y disponibilidad de alimentos en zonas como el Atlántico, la Amazonia, la Orinoquia y el Pacífico.

¿Cómo lograrlo? 

Las recomendaciones principales del Grupo BIOS para construir un mejor campo son: impulsar la implementación de la Ley Zidres, que plantea un esquema de trabajo colaborativo entre las empresas productoras y el pequeño y mediano campesino; evaluar el estado de las vías secundarias y terciarias para identificar sus necesidades; y promover un nuevo foco de discusión enfocado en lo que genera y produce la tierra.

Así mismo, invita a consolidar un sistema completo de información y documentación de los predios existentes en el país, promover la inclusión de las mujeres en el agro, y alinear el interés territorial sobre el uso del suelo con la vocación natural de la tierra.

¿Y la sostenibilidad?

Es necesario transformar el sector y promover la aplicación de mejores tecnologías. Según el Grupo BIOS, contar con dispositivos y maquinarias tecnológicas que atraigan talento altamente capacitado y que busquen incorporar técnicas y prácticas sostenibles “permitirá a Colombia posicionarse de manera adecuada como despensa mundial de alimentos”, además de insertarse en los mercados internacionales.

Para lograrlo es necesario materializar la Ley de Innovación Agropecuaria, que establece la creación del Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria (con su fondo para dotar al sector con tecnologías); incorporar métodos de modificación genética para el alto rendimiento de la producción a escala y contar con incentivos que atraigan profesionales. Sin olvidar un trabajo conjunto entre los Ministerios de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Agricultura, y de Comercio, Industria y Turismo, enfocado en la modernización del sector.

Si queremos ser despensa mundial también hay que reforzar los sistemas sanitarios y fitosanitarios, pues facilitaría el acceso a los mercados y generaría confianza entre los consumidores y comercializadores. “Es clave que Colombia active una diplomacia sanitaria que le permita abrir puertas de mercados atractivos para exportar”, concluye el estudio del Grupo BIOS.

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