DEBATE
¿Cerdos como mascotas?
En Colombia aumenta la tenencia de minipigs como mascotas. Desde 2018, el ICA trabaja en una resolución que establece los requisitos sanitarios para producir, comercializar y tener cerdos miniatura. ¿Qué implica tener un cerdo en casa?
"Fue amor a primera vista”. El día que vio a Lola, supo que quería acariciarla y cuidarla siempre. Sucedió hace poco más de un año, en ExpoPets. Julio Castañeda llegó buscando un bulldog francés, pero se enamoró de esta minipig negra de seis meses de edad. Y la compró.
En casa empezó la verdadera prueba de amor: la convivencia. Lola chillaba en la madrugada, destrozaba papeles y bolsas, mascaba zapatos, se estresaba. Y Julio no tenía idea de qué hacer. “Cuando la compré solo me dieron una factura. Me dijeron que la podía tener en mi cuarto porque no necesitaba mucho espacio, y me recomendaron darle concentrado de caballo”. Eso hizo, pero no daba resultado. Estaba desesperado.
Días después contactó a Ángela Castillo, una veterinaria de animales exóticos dedicada a los minipigs, que le explicó, paso a paso, mucho de lo que debería haber sabido antes de comprarla. 1) Que estos animales necesitan entrenamiento para vivir en un apartamento o pueden hacer desastres. 2) Que Lola iba a crecer porque los minipigs pueden llegar a pesar 100 kilos. Sí, 100 kilos, y medir hasta 45 centímetros, según la Asociación Americana de Minipigs. 3) Que la comida para caballos, potros o pollos no es adecuada para las necesidades nutricionales de un cerdo miniatura. De hecho, en Colombia no hay concentrado para ellos, es necesario diseñarles dietas –sin sal y con proteína vegetal– de acuerdo a sus necesidades. Además, la doctora Castillo diagnosticó que la cerda tenía sarna sarcóptica, una enfermedad zoonótica que provoca afectaciones en la piel, y que le había contagiado a Julio.
Este caso puede sonar excepcional. Pero en Colombia no es extraño que los propietarios reciban consejos errados o no accedan a información suficiente cuando adquieren un cerdo miniatura. Castillo, quien además es la directora técnica de Oink Colombia, un grupo que promueve la tenencia responsable de estos animales, reconoce que se encuentra casos así todos los días. “Hay criadores y veterinarios que no dicen que los cerdos son difíciles de tener: que crecen, que viven hasta 20 años, que hay que vacunarlos, cocinarles, tenerles paciencia. Incluso, muchos recomiendan mantener a los animales con dietas pobres para que no crezcan, y a mí me llegan animales casi en los huesos”.
En Colombia los minipigs son hoy una moda y un negocio rentable. Aunque según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), aún no se cuenta con cifras reales de cuántos son, existen otros indicios de su popularidad. Por ejemplo, influenciadoras como Greeicy Rendón (con más de 11 millones de seguidores en Instagram) y Lina Tejeiro (tiene más 5 millones de seguidores en la misma red) publican fotos de sus cerdos miniatura con cientos de reacciones.
Además, estos animales se negocian en páginas de Facebook, grupos privados de Whatsapp y hasta en Mercado Libre. Los precios oscilan entre 300.000 y cuatro millones de pesos. Pero la desinformación en el proceso es común. “En un criadero me dijeron que no tocaba vacunarlo, ni desparasitarlo y castrarlo”, dice Julián Palomá, un propietario.
Un problema de salud
Las consecuencias de la desinformación empiezan a ser visibles. Muchos de los propietarios se sorprenden con comportamientos del cerdo, con el tamaño que alcanzan, o responsabilidades que no imaginaban asumir. Entonces los dan en adopción, y en el peor de los casos los abandonan. En 2019 se reportaron varios casos: uno de ellos de tres cerdos en Medellín, y otro en la localidad de Santa Fe, en Bogotá.
Aunque en comparación con los 100.000 perros que se estima vagan en la capital del país dichos casos no resultan representativos, hay que prestarle atención al abandono de estos animales porque, como señala Castillo, podrían convertirse en una nueva especie de la fauna callejera. Y hay precedentes: en Puerto Rico, en las zonas de San Juan y Bayamón, se ven manadas de cerdos vietnamitas, que los vecinos de algunos barrios calculan en más de 2.000. Se comen los cultivos de hortalizas, han ocasionado daños en industrias y son un peligro de salud pública porque pueden contraer enfermedades como rabia y toxoplasmosis.
Estrategia de vacunación
Esta situación ha despertado las alarmas del sector porcicultor en Colombia, que desde hace 20 años trabaja con las autoridades sanitarias en la erradicación de la peste porcina clásica (PPC) y ha tenido grandes avances. Por ejemplo, los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca, el norte y el sur de Antioquia y el norte de Cauca y Chocó fueron certificados por la Organización Mundial de Sanidad Animal como libres de PPC sin vacunación.
“Este logro es fruto de un trabajo de largo plazo que incluyó una estrategia de vacunación nacional”, agrega Jeffrey Fajardo, presidente ejecutivo de PorkColombia. Y hay que seguir avanzando en el proceso porque es clave para aumentar la exportación de carne de cerdo. El gremio tiene en la mira los mercados de China, Hong Kong, Vietnam y Curazao.
¿Y las normas?
Gran parte del problema con la compra y tenencia de mini pigs como animales de compañía es la ausencia de normatividad. Estos cerdos son de la misma especie que los de granja, por lo que no entran en las regulaciones emitidas por el Ministerio de Salud, que se encarga de mascotas como perros y gatos. Pero tampoco son animales orientados a producción, competencia del ICA. En resumen, están en el limbo.
Sin embargo, el ICA trabaja desde 2018 para emitir la resolución que establece los requisitos sanitarios para producir, comercializar y tener cerdos miniatura. En 2019, con el apoyo de Oink, se fortalecieron las bases de la norma y se llevó a consulta pública en Pereira, Medellín y Pasto. Y ahora, como señala Francisco Javier Osorio, director técnico de Cuarentena de la Subgerencia de Protección Fronteriza del ICA, se están evaluando las observaciones.
Aún no hay fecha para la entrada en rigor, pero tanto los porcicultores como Oink esperan que sea pronto, porque como explica Fajardo, “no solo están en juego los avances de la industria porcícola y sus posibilidades como sector exportador, sino el aporte de la carne de cerdo colombiana a la seguridad alimentaria del país”.
¿Realmente es posible que los minipigs sean animales de compañía? ¿Qué cuidados requieren? ¿Con qué se deben alimentar? Julio ha resuelto estas dudas con apoyo de su veterinaria. Pero no ha sido fácil porque pocos profesionales en el país están capacitados para atender a esta clase de cerdos y aún no hay grupos de investigación en el tema.
Sin embargo, si está pensando en tener uno, la doctora Castillo recomienda: “asesorarse, investigar y analizar si se tiene la paciencia y las posibilidades de darle bienestar a ese animal. De lo contrario, no lo haga: se va a frustrar”.
*Periodista
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