Aerooriente amplía y moderniza seis terminales aéreas del país

El desarrollo del norte y el oriente colombiano ha tenido un gran aliado. Se trata de Aerooriente, compañía encargada de la concesión de seis aeropuertos de la región y que, gracias a su destacada gestión, ha jalonado el bienestar económico y social de las ciudades donde opera.

Una de sus misiones principales es la modernización de los aeropuertos de Santa Marta, Bucaramanga, Cúcuta, Valledupar, Riohacha y Barrancabermeja, para lo cual ha invertido, en total, más de 400.000 millones de pesos. Este esfuerzo se ha traducido en el aumento de la capacidad operativa, la calidad del servicio y la operación, la seguridad y el confort de los usuarios.

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Las cifras lo demuestran: el transporte de pasajeros en estas terminales pasó de 3 millones a casi 5,5 en solo ocho años. “Estamos a cargo de la concesión desde octubre de 2010 y los cambios han sido sustanciales”, afirma el gerente de Aerooriente, Daniel Lozano.

El aeropuerto de Santa Marta, por ejemplo, que tenía 7.000 metros cuadrados, hoy tiene 15.000. Con los trabajos realizados, en los que se invirtieron 109.500 millones de pesos, se ha mejorado la conectividad: por allí pasaban 800.000 pasajeros en 2010, cifra que llegó a 2.030.000 en 2018, conviriténdose en el aeropuerto de mayor crecimiento en el país en la última década.

Por su parte, la obra de remodelación del Aeropuerto Internacional Camilo Daza de Cúcuta, que fue entregada en abril de 2019 por Aerooriente, requirió una inversión de más de 87.880 millones de pesos. Y la del Aeropuerto de Bucaramanga cerca de 69.470 millones de pesos.

Con los trabajos realizados se ha mejorado la conectividad regional y, por lo tanto, se han potenciado sus dinámicas económicas, pues esto contribuye a las actividades turísticas y comerciales locales.

A su vez, el desarrollo social también se ha visto favorecido. En 2018 la empresa creó el programa ‘Un Aeropuerto para Todos’ con la intención de incentivar la gestión social en los barrios cercanos a las terminales, servir como plataforma cultural, y promover a las regiones como destinos turísticos.

A través de esta iniciativa se han organizado ‘mundialitos’ de fútbol entre vecinos, con dotación de uniformes y premiación. También han tenido tardes de cine para niños en todos los aeropuertos, exposiciones fotográficas y hasta un concierto filarmónico. Además, la compañía contribuye con programas de padrinazgo de alimentación. “Esto nos enorgullece, pero también nos obliga a mejorar cada día. Finalmente es la calidad de vida de las personas que viven en zona de influencia lo que nos motiva e importa”, concluye Lozano.

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