Avianca mira hacia las regiones

Colombia va volando. De acuerdo con el escalafón de la Asociación Mundial de Aeropuertos (ACI), el país ocupa el cuarto puesto a nivel mundial en proyección de crecimiento de tráfico aéreo para los próximos 22 años. Y es el primero de América Latina. Esto se refleja también en un aumento de la demanda de conectividad aérea a nivel interno: en 2014 se movilizaron 30 millones de pasajeros por el territorio nacional, y en 2018 lo hicieron 37,7 millones. Por eso, para Avianca es hoy una prioridad llegar a las regiones apartadas del país con el fin de satisfacer las necesidades de los pasajeros que en el pasado estaban desatendidos. De acuerdo con Silvia Mosquera, vicepresidenta ejecutiva comercial de Avianca, “en Colombia, nosotros operamos a esas ciudades donde no hay conectividad, porque tenemos un compromiso con las regiones de Colombia, tenemos la flota y el equipo humano necesario para brindar la atención que estas ciudades merecen”.

La aerolínea es, de hecho, la única operadora en ciudades como Popayán, Armenia y Corozal, y está preparada para poner al servicio de las regiones las sillas necesarias en sus aeronaves para hacer de Colombia un país mejor conectado.

Políticas que favorecen

Los buenos indicadores de tráfico aéreo en el país son el resultado de la acertada implementación de una política aérea local abierta. Hoy contamos con 61 acuerdos bilaterales que permiten la operación de compañías extranjeras dentro del territorio nacional. Y en 2018 se crearon 18 nuevas rutas internas y 35 hacia el exterior.

Para atender la demanda proyectada se debe fortalecer la industria. Por eso el país se adhirió al Acuerdo de Cielos Abiertos, un tratado que permite que más aerolíneas internacionales se incorporen al mercado nacional. También apoyó la ‘quinta libertad del aire’, un privilegio que permite que el avión pueda recibir o desembarcar pasajeros, o carga, en un país diferente al de origen o destino, en una escala intermedia.

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Sin embargo, en palabras de Felipe Andrés Gómez, director de Relaciones Gubernamentales de Avianca, “la apertura de los cielos debe garantizar una competencia leal y el país tiene que recibir un beneficio a cambio de flexibilizar sus políticas”. Para que esta apertura de los cielos genere un impacto positivo en la economía y el desarrollo nacional deberían cumplirse cuatro requerimientos:

1. Una política pública clara que permita, por ejemplo, la nivelación de los aranceles y costos tributarios. Hoy, estos impuestos alcanzan hasta un 50 por ciento del valor de los tiquetes.

2. Contar con una institucionalidad técnica y moderna. Una regulación clara ayudará a destrabar muchos ‘cuellos de botella’ al momento de abrir los cielos.

3. Fortalecer la infraestructura aeroportuaria regional, y esto incluye las instalaciones del Aeropuerto Internacional El Dorado.

4. Las aerolíneas que lleguen al país deben brindar nuevas rutas; no sobrecargar las que ya existen.