100 AÑOS
Avianca: un siglo que pasó volando
En diciembre de 2019 la segunda aerolínea más antigua del mundo, y la más grande del país, cumplirá 100 años. Un corto repaso por la historia de la compañía con la que prefieren volar los colombianos.
Fue un año lleno de contrastes. En 1919 Europa empezaba a reconstruirse luego de la Gran Guerra, en España las huelgas se extendían por todo el reino, y en París las protestas hacían tambalear al gobierno de Georges Clemenceau. Del otro lado del mundo, Colombia alzaba el vuelo: en diciembre de ese año nació Avianca, la aerolínea bandera del país, la primera de América y la segunda más antigua del mundo.
Inicialmente la compañía recibió el nombre de Scadta, Sociedad Colombo-Alemana de Transporte Aéreo. Se llamó así porque sus fundadores eran empresarios de dichas nacionalidades. En julio de 1920 la firma importó los aviones con los que comenzaría su flota, seis Junkers F 13. Aquí fueron sometidos a diversas pruebas mecánicas antes de emprender su vuelo inicial en 1921. La aeronave despegó de Barranquilla y recorrió 500 kilómetros hasta Girardot. Fueron ocho horas de trayecto. En aquel entonces suponía un gran ahorro de tiempo porque el viaje por barco implicaba dos semanas.
A partir de ese momento empezó la consolidación de la aerolínea. Pronto compraría hidroaviones Dornier, que podían transportar correo, carga y hasta diez pasajeros. También expandió sus destinos, sumando ciudades como Cartagena, Santa Marta, Ciudad de Panamá, Cristóbal y Guayaquil. Además, en 1923, transportó un paquete con 3,5 millones de pesos de Medellín al Banco Central en Bogotá.
La reputación de Scadta siguió creciendo en Colombia durante la década de los treinta. En 1932 fue elegida como la agencia oficial del correo aéreo del país y apoyó al Ejército colombiano durante la Guerra colombo-peruana. Para esa época las rutas domésticas se multiplicaron y los hidroaviones fueron reemplazados por aviones Boeing 247D.
Sin embargo, el descrédito de la Alemania nazi, debido a la Segunda Guerra Mundial, forzó el despido de todos los empleados germanos de la compañía. Así llegó el cambio de su razón social a Avianca (Aerovías Nacionales de Colombia).
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Cuando concluyó la guerra, la empresa inició sus operaciones internacionales desde Ecuador, Perú y Panamá, hasta Miami, Nueva York, Lisboa y París. Para eso se importaron los jets más rápidos de la época, como el DC4, el C54 y el Lockheed 1049 Super Constellation. Además, en 1976 la aerolínea adquirió el icónico Boeing ‘Jumbo’ 747.
Para conservar su estatus regional y conectarse con el resto del mundo, desde 1991 la compañía se ha enfocado en fortalecer el servicio al cliente. Por eso introdujo los contratos outsourcing para los servicios de catering y asistencia en tierra. Creó el programa de viajero frecuente para niños y los quioscos de autochequeo en los aeropuertos. Además, en 1994 adquirió Helicol, un servicio de helicópteros.
Con el inicio del siglo XXI Avianca tomó una serie de decisiones estratégicas. En 2004 el empresario Germán Efromovich adquirió la mayoría de sus acciones. En 2005 cambió su nombre corporativo a Aerovías del Continente Americano, lo que evidenció sus nuevas ambiciones. En 2010 se fusionó con el grupo Taca, que era su competidor. Y en 2012 ingresó a Star Alliance, la red más grande de aerolíneas en el mundo.
Luego, en 2016, arrancó un nuevo capítulo con la llegada de Hernán Rincón a la presidencia ejecutiva. En ese momento, la aerolínea inició una transformación para convertirse en una compañía digital y redefinió su visión con una estrategia centrada en el cliente. Como parte de esta transformación digital, se adelantaron diferentes proyectos: una actualización al sitio web, el lanzamiento de Carla –la primera asistente virtual de una aerolínea en América Latina–, la actualización de las apps de Avianca y LifeMiles, la provisión de tablets para las cabinas de pilotos, un nuevo sistema de reconocimiento de equipaje, el inicio de incorporación de wifi en algunos de los aviones y una aplicación para el sistema de entretenimiento en la flota A318, entre otros.
Hoy, la empresa se ha embarcado en el plan de transformación más ambicioso de la historia para buscar mayor eficiencia operacional, migrar del crecimiento a la rentabilidad y facilitarles la vida a los clientes.
Así, preparándose para los próximos 100 años, Avianca demuestra que todavía tiene mucho cielo por recorrer.
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