FORMACIÓN

La industria aeronática no para de crecer y busca nuevos pilotos

En Colombia, muchos de ellos se forman en la academia Falcon, que tiene su base principal en Villavicencio. La escuela gradúa cinco alumnos al mes.

20 de mayo de 2019
Falcon, tiene su propio taller de mantenimiento y seis aviones que permiten realizar 1.000 horas de vuelo mensuales. | Foto: Cortesía Falcon

El crecimiento del sector aeronáutico en el mundo es vertiginoso. Así lo señala el informe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, que pronostica que en 2036 más de 7.800 millones de pasajeros viajarán en avión; el doble de las cifras actuales. Para cubrir esta demanda las aerolíneas necesitarán unos 635.000 pilotos comerciales.

Por eso el panorama para estos profesionales es prometedor. Para ser piloto se exige, entre otras, 200 horas de vuelo, 30 horas de simulador y una buena academia. Una de las más reconocidas del país es Falcon Academia de Aviación, que brinda la posibilidad de que en un año el aprendiz obtenga el título de piloto. Además, ofrece un pénsum para distintos campos laborales como Estandarización de Vuelos, Programación, Análisis de Rutas e Instrucción de Vuelo. Áreas que ofrecen una amplia oportunidad en el mercado laboral para sus egresados.

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Carlos Salamanca, gerente general de Falcon, explica que la formación de todo piloto inicia con un curso en tierra. Luego se pasa a la fase de vuelo y continúa con clases de control sobre la pista y comunicaciones. Este último, dice Salamanca, es vital, “si el piloto no entiende algún término o no sabe cómo proceder ante una instrucción de la torre de control se podría generar un grave accidente”. Por eso en esta academia el Laboratorio de Comunicaciones tiene tanta relevancia: “Los alumnos adquieren las capacidades comunicativas que se requieren en el oficio”, explica.

Superada esta fase, el curso se centra en las maniobras, manejo de instrumentos y el simulador. Dichos conocimientos se ponen a prueba en la última fase, la de cruceros.

Falcon, cuya base principal está en Villavicencio, donde tiene su propio taller de mantenimiento, cuenta con seis aviones que permiten realizar 1.000 horas de vuelo mensuales. La academia gradúa cinco alumnos al mes, una buena cifra que se incrementará cuando la escuela culmine la construcción de su propio hangar para expandir su flota de aviones.