El Parque Cultural Débora Arango abrió sus puertas en 2013. El año pasado más de 90.000 personas se reunieron allí. | Foto: Diego Zuluaga

EDUCACIÓN

El complejo cultural que rinde tributo a la maestra Débora Arango

En Envigado se construye la Escuela Superior Tecnológica de Artes, que hará parte de la Biblioteca Pública y el Parque que llevan el nombre de la artista paisa.

1 de agosto de 2018

Fuerte, comprometida, irreverente y bella fue la obra de la artista Débora Arango, quien tuvo su taller y refugio en Envigado, en su hogar y el espacio donde realizó parte de sus pinturas, Casablanca. Hoy su recuerdo está más vigente que nunca. No solo su imagen aparece en el billete de 2.000 pesos, sino que su legado cobra vida en el centro académico y de formación de artistas que lleva su nombre.

Como explica el secretario de Obras Públicas de Envigado, Sergio Ríos Ospina, a la Biblioteca existente se articulará un boulevard, se ampliarán las zonas verdes y en el extremo oriental del Parque se construirá la Escuela Superior Tecnológica de Artes. Los trabajos de ampliación comenzaron en 2017; se espera que el bulevar que unirá estos dos espacios esté listo en noviembre de 2018 y la nueva Escuela en 2019, con una inversión de 25.554 millones de pesos.

Aunque el espacio está en plena construcción, la oferta cultural no se detiene. En Envigado se dice que “cada niño viene con un libro bajo el brazo”, y es cierto, porque todos los bebés que nacen en el hospital Manuel Uribe Ángel del municipio reciben un libro con el fin de estimular la lectura en la primera infancia. “Queremos que toda la población pueda acceder a la oferta, por eso tenemos dos bibliotecas comunitarias en las veredas Perico y Pantanillo y un taller de escritura en la cárcel municipal”, asegura Diego Echavarría, secretario de Educación y Cultura.

La Biblioteca Pública y Parque Cultural Débora Arango abrió sus puertas en 2013 con la biblioteca, una ludoteca, el museo de arqueología y zonas verdes. Desde entonces, la ciudadanía se ha ido apropiando de este espacio público y de su oferta, tanto que se convirtió en un lugar ideal para los pícnics, las tardes para elevar cometas y los domingos de paseo familiar. En 2017, el parque reunió a más de 90.000 personas alrededor de sus amenas actividades culturales.