Un plato de colores

Adiós a los platos amarillos llenos de arroz, papa, yuca y plátanos. Bienvenidos sean aquellos plagados de maravillosos tonos de verde mezclados con rojos, naranjas, morados y todos los colores que ofrecen las verduras.

Eso recomiendan los especialistas, para quienes la alimentación es crucial para gozar de una buena salud a lo largo de la vida. Una de ellas es Diana Milena Rojas, nutricionista directora de Nutrifyt, quien afirma: “Prácticamente el 80 por ciento de todas las enfermedades parten de una mala alimentación”. Para comer bien, las verduras juegan un papel fundamental. Son fuente de antioxidantes y vitaminas, y los primeros le proporcionan un mayor rendimiento al cuerpo, le dan juventud y fuerza. Además, ayudan a erradicar los radicales libres, que son los que se pegan a las células y hacen que se produzcan tumores.

Con respecto a las vitaminas, todas se encuentran en las verduras y son importantes para que el cuerpo absorba nutrientes. “Un plato de colores me da más balance nutricional”, señala Rojas. El escritor y periodista estadounidense Michael Pollan lo resumió en uno de sus libros con una frase que se hizo famosa: “Come comida. No mucha. Sobre todo vegetales”.

Expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard y los editores de las Harvard Health Publications han diseñado el plato ideal de alimentación saludable. Dicen que la mitad debe estar compuesta por frutas y vegetales de todas las variedades; un cuarto, por granos integrales e intactos como trigo integral, cebada, granos de trigo, quinua, avena o arroz integral, así como preparaciones que contengan estos ingredientes, como la pasta de trigo integral. Y el cuarto restante queda para la proteína, presente en alimentos como pescado, pollo, legumbres (habichuelas, leguminosas, fríjoles) y nueces. Los especialistas recomiendan limitar las carnes rojas y evitar las procesadas, como la tocineta y los embutidos.

También aconsejan usar aceites vegetales saludables como el de oliva, canola, soya, maíz, girasol, maní u otros, y evitar los parcialmente hidrogenados, los cuales contienen las grasas trans no saludables. Recuerdan que si un alimento dice bajo en grasa no significa necesariamente que sea saludable. Deben omitirse las bebidas azucaradas, y limitar la leche y los productos lácteos a una o dos porciones al día.

Esta buena alimentación, dicen los expertos, debe ir acompañada de actividad física, fundamental para controlar el peso y gozar de buena salud.