Especial de salud
Verdades a flor de piel
Darle al rostro un aspecto más juvenil con ciertos cuidados y prevenir las enfermedades de la piel al protegerla del sol proporcionan salud y bienestar.
No hay nada que hacer. El paso de los años se refleja en la piel y, aunque las arrugas no son una enfermedad, la ciencia realiza investigaciones para encontrar cómo retardar o prevenir su aparición porque para muchos conservar un cutis sano y cuidado es síntoma de bienestar.
Esta preocupación no es solo femenina. Con el paso del tiempo, muchos hombres han comenzado a confesar su interés por lucir una piel más joven. Según Luisa Fernanda Galindo Díaz, medica dermatóloga de la Universidad Nacional de Colombia, la epidermis de los hombres es más gruesa y más oleosa que la de las mujeres, y envejece en forma más tardía, pero a la vez sus arrugas son más pronunciadas. Y como se afeitan, sufren más irritación que ellas.
Por eso, los cuidados son diferentes en cuanto a la textura de las cremas para usar. Pero, eso sí, ambos deben incluir limpieza, hidratación y protección solar, así como consultar a un dermatólogo para una rutina antienvejecimiento.
De acuerdo con la especialista, mantener una piel cuidada exige una rutina diaria que se debe asumir como lavarse los dientes. En general, se debe llevar una dieta balanceada alta en frutas, no fumar, hacer ejercicio regularmente y usar todas las medidas de protección solar. Además, seguir una rutina antienvejecimiento formulada por un dermatólogo, que puede incluir el uso de antioxidantes tópicos, como por ejemplo la vitamina C.
En la adolescencia se deben tratar enfermedades que puedan dejar secuelas como el acné, y después de los 25 años empieza la pérdida de ácido hialurónico natural, por lo que idealmente se debe consultar a un dermatólogo.
La exposición solar crónica influye en el desarrollo de cataratas, el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro, los cuales generan manchas, arrugas y adelgazamiento de la piel. Según las Harvard Health Publications, proteger el rostro del sol es la mejor manera de mantenerlo joven y los médicos especialistas recomiendan utilizar protectores solares. “Lo ideal –dice la dermatóloga– es que contengan un factor de protección solar (SPF) de 30, que estén etiquetados como amplio espectro (para que cubran radiación UVA y UVB) y, dependiendo del tipo de piel, se elegirá la presentación, tal como loción, crema, emulsión o gel”.
Según la misma revista, los hidratantes alivian la piel seca y pueden hacer temporalmente que las arrugas sean menos perceptibles. Las cremas exfoliantes pueden, por su parte, mejorar la apariencia del cutis más viejo al deshacerse de las células muertas que no se desprenden tan fácilmente como en la juventud.
De acuerdo con la misma fuente, se ha demostrado que varias cremas reducen las arrugas y las llamadas manchas hepáticas, causadas por la exposición al sol. Estas cremas, aprobadas por la Food and Drug Administration, de Estados Unidos –entidad encargada de aprobar los alimentos, los medicamentos y los cosméticos en este país–, contienen retinoides, elementos derivados de síntesis de la vitamina A natural o retinol, que trabajan por normalizar la función celular de la piel y el crecimiento.