Cooperación y desarrollo

Aprender en Colombia después de la guerra

El gobierno canadiense invierte en la educación de más de 180.000 niños colombianos que viven en territorios afectados por el conflicto.

2 de julio de 2017
38 millones de dólares canadienses invertirá el gobierno de Canadá hasta 2019, en programas que velan por la educación. | Foto: Cortesía Embajada de Canadá

La verdadera construcción de paz, además de acuerdos y cambios legislativos, requiere mejorar el acceso a una educación de calidad en toda Colombia. Pero en un país de geografías complejas y una situación interna fluctuante, esto no es común. Como dice Ryan Clark, director de Cooperación de la Embajada de Canadá en Colombia, "la falta de acceso a la educación de calidad es una causa de la desiguladad, no solo en Colombia, sino en todo el mundo. Las inversiones en educación son una de las herramientas más poderosas que podemos usar para crear un mundo más pacífico y equitativo".

Actualmente, el gobierno canadiense es el principal donante internacional de educación rural en Colombia. Desde 2013 y hasta 2019, espera invertir 38 millones de dólares canadienses en diferentes programas que velan por la educación de niños y niñas en áreas vulnerables del país.

Uno de los programas en los que contribuye es ‘Vive la educación‘, implementado por Save the Children, el Consejo Noruego para Refugiados y Con Paz Aprendemos Más, y con ayuda de Mercy Corps y War Child, el cual pretende mejorar el acceso a educación de alta calidad en áreas rurales afectadas por el conflicto armado.

Estos proyectos benefician a más de 180.000 niños, niñas, adolescentes y adultos en Cauca, Nariño, Caquetá, Putumayo y Chocó. Los programas plantean un modelo de educación flexible, adaptando los planes educativos a las necesidades y costumbres de cada población. Tienen en cuenta estrategias como el empoderamiento de niñas y mujeres, la vinculación de comunidades indígenas y afrocolombianas, así como el trabajo cercano con padres de familia, educadores y directivos docentes.

El resultado, a corto plazo, son currículos pertinentes, alumnos que potencian sus capacidades, jóvenes estudiando en ambientes seguros y regiones que se fortalecen. A largo plazo, la idea no solo es aumentar el acceso y la permanencia en el sistema educativo, sino dar una formación a niños, jóvenes y adultos que antes estaban aislados por el conflicto y que ahora son agentes de cambio claves en el posconflicto para alcanzar una paz sostenible.

Desarrollo rural

"Canadá ha sido un aliado muy importante para Colombia en educación, principalmente en educación rural en zonas afectadas por el conflicto armado. Por ejemplo, el proyecto ’Vive la Educación‘ apoyado por el gobierno de Canadá, logra trabajar en muchos de los temas que el país y las áreas rurales necesitan, como lo son el acompañamiento pedagógico para mejorar la calidad, el apoyo a la gestión educativa y la incorporación de personas desescolarizadas a una educación de calidad. Todo eso es sumamente relevante y le apunta a las metas que nos hemos puesto como país: ser uno de los mejores educados de América Latina": Yaneth Giha, ministra de Educación Nacional. Florencia, Caquetá (marzo 14 de 2017).