Cultura
Leguminosas: un cultivo canadiense típico en Colombia
SuDespensa es un negocio de familia bien alimentado. Lleva más de 50 años vendiendo leguminosas, granos y cereales, aportando una nutrición sana y rica en proteína con los productos que comercializa.
No hay colombiano que no haya comido leguminosas. Los fríjoles, las arvejas, las lentejas y los garbanzos, por nombrar algunas, son ingredientes claves de nuestros platos típicos que nutren las tradiciones culinarias de diversas regiones del país. Los ejemplos sobran: ¿qué sería de una bandeja paisa sin fríjoles o de un tamal sin arvejas?
Sin embargo, sorprende saber que en Colombia la producción de leguminosas es poca debido a la baja productividad por la topografía. Las únicas que se cultivan aquí y que abastecen parcialmente la demanda nacional son los fríjoles, las arvejas y las habas. Pero hay otras leguminosas importantes de la dieta y hábitos del colombiano, sin importar su estrato, que se importan como la lenteja, arveja y garbanzo. Ahí es donde entran empresas como SuDespensa, que se encargan de surtir el mercado nacional de leguminosas como lentejas, arvejas y garbanzos, y de otros productos como semillas, especias, frutos secos y enlatados.
SuDespensa es una empresa familiar que compra, importa y vende leguminosas, granos y cereales, semillas y enlatados. Gran parte de los productos con los que trabaja vienen de Canadá, y de acuerdo con Humberto Barragán, gerente de la empresa, "para estar tan al norte y tener periodos largos de invierno, han desarrollado alta tecnología, mejoras de semillas, producción y limpieza. Podría, como lo hace en otros países, apoyar y difundir el consumo y propiedades de las leguminosas. Se han convertido en un importante proveedor para el mundo. La industria canadiense apoya los hábitos y difusión del consumo de leguminosas en Colombia".
SuDespensa no siempre se aprovisionó de productos importados, apoya al campesino colombiano con compra de cosecha nacional de fríjol y maíz. La compañía nació debido a uno de los sucesos más recordados de la historia del país: el Bogotazo. Para esa época, Manuel Uriel Barragán, su fundador, tenía un negocio en Guaduas, Cundinamarca, que tuvo que abandonar por la persecución política que se desató después del 9 de abril del 48.
Manuel Uriel no tuvo más opción que tomar todo lo que tenía e irse a la capital. Una vez en Bogotá, en la Plaza España, montó un negocio de compra y venta de granos que atendía junto a tres empleados quienes aún son parte de esta evolución de empresa y apoyan el sentido del negocio. Barragán estuvo allí hasta que en 1972 se trasladó a la entonces recién inaugurada Central de Abastos de Bogotá (Corabastos), donde aún hoy funciona la empresa.
Como a muchos otros comerciantes, llegar a Corabastos le permitió establecer su negocio. La idea tras la central era organizar el abastecimiento alimenticio de los municipios cercanos a Bogotá, y eso dio pie para que muchas empresas se consolidaran. Ese fue el caso de SuDespensa, que creció poco a poco.
En la década de los ochenta, Manuel tuvo la oportunidad de ir a Chile y explorar el mundo de las importaciones. Trajo un contenedor lleno de garbanzos –en ese momento el país del sur era uno de los productores más fuertes– y comprendió que los límites de su negocio estaban más allá de las fronteras colombianas, con la visión de interpretar oportunidades y necesidades que marcaran diferencias en el mercado.
Cuando sus hijos Héctor y Humberto empezaron a trabajar con él, ese propósito se fortaleció. Héctor, que ahora es el presidente de la empresa, se dedicó a afianzar sus vínculos con los exportadores para aumentar los volúmenes de carga que importaban, y Humberto, el gerente, a darle un giro de relación más global y fortalecer la operación de comercio exterior y comercialización en todos los aspectos.
Gracias a esto pudieron aprovechar oportunidades como la de importar leguminosas desde Canadá. Cifras del gobierno de este país indican que Canadá domina cerca del 40 por ciento del mercado de las leguminosas en el mundo y que las exportaciones de las mismas en 2016 llegaron a los 3,5 mil millones de dólares canadienses. Datos como esos llevaron a SuDespensa a buscar contactos en el país norteamericano y así fue como se convirtió en una empresa global y reconocible.
Sus dueños lanzaron la marca SuDespensa a finales de los noventa y ahora sus productos se pueden obtener en canales de venta tradicional, como tiendas de barrio. En cuanto a las grandes superficies, los productos de la empresa también están disponibles, pero bajo las marcas propias de cada cadena.
Humberto habla con propiedad de los valores nutricionales de las leguminosas que, entre otras cosas, son una buena fuente de proteína, de fibra y de hierro, y contienen poca grasa y sodio. La empresa que hoy dirige junto a su familia pasó de contar con tres empleados a tener más de 160, y con pasión, dinamismo, dedicación y paciencia se ha hecho un nombre entre los grandes importadores de alimentos en Colombia. Gracias también al trabajo y aportes de la tercera generación. El nieto mayor de Manuel Uriel, Lucas Escobar Barragán, aporta desde la gerencia de importaciones y tiene claro el papel que los productos de SuDespensa cumplen en la vida de los colombianos. Les sobra motivación para seguir aportando a las diversas tradiciones culinarias de nuestro país.