Educación

¡Estudiantes! Canadá tiene algunas de las mejores universidades del mundo

El país del norte tiene más de 200 instituciones, 10.000 programas académicos y es de los que más gasto público destina para educación.

2 de julio de 2017
Canadá no tiene Ministerio de Educación, cada provincia de ne su modelo académico. | Foto: Istock

De acuerdo con los más recientes datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), Canadá está dentro de los tres primeros países de ese grupo con más gasto público en educación. Esa inversión le permite consolidar una oferta de más de 10.000 programas en más de 200 instituciones, lo que lo hace un destino de excelencia en diversos campos, entre los que se destacan Administración y Negocios, Ciencias Biomédicas y de la Salud e Ingenierías.

También el bilingüismo hace parte de los cursos más solicitados en Canadá. Magali Boffet, delegada para la educación en la embajada de Canadá en Colombia, dice que al ser uno de los destinos más atractivos para inglés y francés, los programas canadienses “han permitido a las universidades colombianas buscar alianzas con instituciones canadienses”. Estas se deben también a la calidad académica en Canadá, el compromiso con la investigación y la flexibilidad de los programas.

El gobierno canadiense financia becas de excelencia del programa Líderes Emergentes en las Américas (ELAP, por su sigla en inglés). Para pregrado o posgrado existe un intercambio de cuatro meses con un beneficio económico de 7.500 dólares canadienses. Para posgrado el beneficio alcanza los 10.000 dólares canadienses. Colombia, desde 2009, ha logrado que 333 exbecarios cuenten con este apoyo. Juan David Abella es uno de ellos. Recibió una beca cuando aplicó por medio de la Universidad del Rosario.

Cursaba su pregrado en Ciencias Políticas y decidió apostarle a un intercambio con la Universidad Concordia, en Montreal. Tenía el promedio de notas, el nivel de inglés y los recursos económicos para materializar esta experiencia.

Una carta escrita en inglés en la que demostrara el interés por estudiar en esa universidad era el requisito que más inquietaba a Abella. “Al final logré obtener los 7.500 dólares canadienses, que más que verlos como dinero, los vi como un voto de confianza del gobierno de Canadá”, asegura.

En el país del norte la oferta se divide entre el CICan (Colleges and Institutes Canada) que agrupa 126 instituciones y Univcan (Universities of Canada) con 97.

El país no tiene Ministerio de Educación, cada provincia define su modelo académico particular de acuerdo con las características del entorno, de allí que los estudiantes extranjeros deben buscar muy bien la información sobre su proyecto educativo antes de optar por uno. Lo que sí es común a todas las regiones es que la mayoría de la educación es pública y de muy alta calidad, con reconocimiento internacional.

A pesar de que el nivel de inglés o francés puede ser visto en ocasiones como un obstáculo, el grueso de aspirantes lo entiende como un reto ya que la consigna canadiense es que no haya impedimentos para acceder a la educación superior. Una estrategia de personalización los acerca más a esa meta ya que las instituciones están al tanto de la situación de cada aspirante y hacen asesorías para que todos lleguen al nivel adecuado.

Esas características hacen que las universidades canadienses sean de las mejores del planeta. Una referencia de esa excelencia en el mundo académico es el listado de Shanghái. Las mejores universidades del mundo hacen parte de este escalafón en el que 19 instituciones públicas son canadienses.

También existe un programa federal que le permite al estudiante trabajar medio tiempo mientras estudia. Estrategias como DLI (Designated Learning Institution) hacen que esas estancias de trabajo y estudio compartido sean más provechosas. Aunque el énfasis es postsecundario, Canadá es atractivo igualmente por su oferta en primaria y secundaria. En esta última ofrece estancias de estudio para bachillerato con algo que llaman ‘K-12’, lo cual hace alusión a la educación desde el kínder hasta el último año.

Los sistemas migratorios han dejado de ser un impedimento al entender que la educación es un derecho al que todos deben acceder. Además, las familias colombianas están encontrando flexibilidad horaria con el recorrido Bogotá-Toronto, a seis horas de distancia en avión, el cual está disponible cuatro veces a la semana.

Cada uno de esos avances le han agregado valor a Canadá, al punto de que muchos universitarios lo prefieren frente a otros países por seguridad y su calidad de vida. Es así como se ha convertido en un buen destino educativo.