Surfear en Perú | Foto: ISTOCK

Economía y Desarrollo

Deportes peruanos: volar, surfear, rodar

Surf, kitesurfing, sandboarding y más aventuras para disfrutar en el Perú.

14 de julio de 2017

Si usted es uno de esos viajeros que busca emociones fuertes seguro las va a encontrar en el Perú. ¿Le gustan las alturas? Entonces piense en ascender la cordillera Blanca que congrega 663 glaciares, hace parte de la cordillera de los Andes y es uno de los grandes desafíos para los escaladores en Suramérica. Ahí se encuentra el Huascarán, el nevado más elevado del país inca (6.768 metros). Este conjunto de macizos es, según El País de Madrid “el destino perfecto para el ‘trekking’ y el montañismo”. Si lo suyo es el canotaje, podrá practicarlo en los ríos Cañete, Colca, Urubamba, y Tambopata, sinónimo de esta actividad dentro del país. Pero la oferta de deportes extremos es variada, aquí le sugerimos algunos planes.  

Prepare su tabla

En el Perú hay vestigios de una relación salvaje, de conquista y desafío, entre las olas del mar y el hombre preincaico que datan de hace más de 2.000 años. Esa conexión todavía perdura, según los expertos del surfing las olas de las playas peruanas de Cabo Blanco, Lobitos y Los Órganos, en el departamento de Piura, son las mejores del continente para la práctica de esta actividad que hace parte de la cultura del Perú.

Antes de que el surfing se consolidara como deporte en los años sesenta, antes de las canciones de los Beach Boys, remontar las olas era algo común para los antiguos habitantes de la región. Los pescadores de entonces se adentraban en el mar ‘cabalgando’ sus caballitos de totora, embarcaciones alargadas, estrechas, de unos tres metros de longitud, construidas a partir de una planta que crece en esteros y pantanos (la totora, o junco).

Recientes descubrimientos indican que los caballitos existen por lo menos desde hace 3.500 años. Sus tripulantes viajaban en ellos de una forma muy similar a como lo hacen los practicantes del surf. Por eso algunos historiadores sostienen que ese deporte nació en Perú. Aún hoy los pescadores surcan el mar en estos caballitos, especialmente en la costa norte del país, en el departamento de La Libertad donde están las playas de Huanchaco, Pacasmayo y Chicama.

¿Kitesurfing?

Sí, el deporte de moda, que ha hecho que los turistas pongan sus ojos en el cielo, para apreciar cómo el viento propulsa las cometas de tracción que suben y bajan al practicante que intenta navegar en las olas, o al que se arriesga haciendo piruetas por los aires.

Desde el cielo



Puede practicar parapente en los alrededores de Huaraz, ciudad del departamento de Áncash, catalogada como el mejor destino aventurero de América Latina. Y si quiere ascender por otros aires visite los valles de Urubamba y Chincha y vuele con seguridad por cerca de 20 minutos acompañado de un instructor registrado en la Asociación Peruana de Vuelo Libre. En esos destinos también puede practicar aladeltismo que se diferencia sutilmente del parapentismo porque se usan otros elementos de vuelo. Ver la geografía peruana desde lo alto es una hermosa experiencia.

Retos en la arena

En el Perú se hallan las dunas más altas del mundo, la del Cerro Blanco, en Nasca; y la de Acarí, en Arequipa. Disfrutará mucho al deslizarse por estas acumulaciones de arena, y practicar sandboarding –deporte inspirado en el snowboarding– con su tabla. Esta se ha convertido en una de las actividades que más aficionados lleva a ese país.

Estas imponentes dunas y las ubicadas en las estribaciones de las playas de los departamentos de Ica y La Libertad, son locaciones estupendas para rodar costa arriba en un buggy, vehículo abierto, de suspensión reforzada y chasis ligero, diseñado para desplazarse a toda velocidad sobre la arena.

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