Historia
Negocios en el Perú: una gran inversión
El país andino ofrece óptimas condiciones para invertir. Es la tercera nación con mayor facilidad para hacer negocios en América Latina y se espera que su tasa de crecimiento sea la mejor de la región en 2017.
Para la mayoría de los países del continente la inversión privada representa un factor fundamental en el crecimiento de su economía. El Perú no es ajeno a esta dinámica, dicha inversión permite que allí se desarrollen los grandes proyectos de infraestructura que contribuyen, por ejemplo, a reducir sus niveles de pobreza extrema, que para 2016 fueron de 3,8 por ciento.
Según Proinversión (la Agencia de Promoción de la Inversión Privada del Perú) son cuatro las razones principales por las cuales el país inca ofrece las mejores condiciones para este tipo de inversión: la solidez macroeconómica, su clima favorable, la política de integración comercial y un listado de ocho sectores con potencial para invertir.
De acuerdo con las cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), durante la última década la economía del país creció de forma acelerada; su PIB pasó de 79 mil millones de dólares en 2005, a 192 mil 213 millones en 2015. De igual manera, según el Fondo Monetario Internacional, el Perú es la nación que registrará la tasa de crecimiento más alta de América Latina en 2017: 4,1 por ciento, cuando la media mundial es de 3,1. Además ocupa el tercer lugar en el ranking regional de facilidad para hacer negocios en América Latina, después de México y Chile. Y registra una de las tasas más bajas de inflación a nivel regional (4,4 en 2015).
A pesar de los números positivos que muestran los indicadores, en los últimos tres años la inversión privada en el Perú ha decrecido. Mientras en 2014 representaba más del 21,6 por ciento de la inversión total en el PIB, el año pasado estuvo en el orden del 19 por ciento.
Para revertir estas cifras, Proinversión estructuró una serie de programas que permiten eliminar los obstáculos que impiden el arribo de proyectos de inversión privada, desarrollar una nueva cartera de Alianzas Público Privadas (APP), cerrar las brechas en infraestructura en el Perú y “cumplir con la meta del gobierno nacional: brindar acceso al agua y saneamiento para los peruanos”, sostiene Álvaro Quijandría, director ejecutivo.
La agencia tiene previsto adjudicar contratos por 4.000 millones de dólares y espera que para 2018 se llegue a 10.000 millones “que permitan apoyar el retorno de la tasa de crecimiento de la inversión privada y apoyar la infraestructura como un pilar de crecimiento y progreso en el país”, agrega Quijandría.
*Periodista de Especiales Regionales, revista SEMANA.