ANTETITULO

El Perú, un gran anfitrión

Colombia es el tercer país de Suramérica con más eventos de talla mundial. En el primer trimestre del año llegaron casi 40.000 extranjeros.

14 de julio de 2017
El malecón de Miraflores, en Lima,cautiva con sus jardines, parques, canchas deportivas y monumentos. | Foto: ISTOCK

Mientras un turista extranjero en plan de vacaciones se gasta en promedio 80 dólares diarios en Colombia, el que asiste a un congreso, convención o evento institucional invierte alrededor de 480 dólares al día. Esta cifra ha impulsado al país a fomentar el turismo de congresos y reuniones. Procolombia –entidad encargada de promover el turismo y la imagen del país– concentra sus esfuerzos en esa dirección. Felipe Jaramillo, presidente de la entidad, asegura que “el objetivo es promocionar al país en mercados internacionales potenciales como Alemania, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, España, México y Perú”.

Los resultados ya se ven en los indicadores del sector. El turismo especializado en eventos creció 12 por ciento en comparación con las cifras de hace cuatro años y, tan solo el año anterior, dejó ganancias por 299 millones de dólares. Las ciudades más solicitadas para este tipo de eventos son Bogotá, que recibió 21.033 personas; Medellín (5.058) y Cartagena (4.581). Los números de los viajeros también aumentaron. Entre enero y abril de este año, Migración Colombia registró el ingreso de 38.760 extranjeros no residentes que volaron hasta Colombia invitados a algún evento o convención. Esto equivale a un 3,8 por ciento más que la cantidad de personas registradas en el mismo periodo de 2017.

La atención que se ha puesto en Colombia por cuenta del proceso de paz, de su ingreso a la Ocde y de un cambio positivo en su imagen –cada vez menos relacionada con el narcotráfico–, la convirtió en sede de grandes eventos internacionales. Por ejemplo, la VI Cumbre de las Américas, el Foro Económico Mundial y la XII Conferencia Anual del Global Development Network, entre muchos otros.

Colombia también es un país atractivo para el turismo de congresos y reuniones por su ubicación geográfica estratégica, amplia conectividad aérea y una infraestructura hotelera al nivel de las naciones más desarrolladas. Además de cómodos centros de convenciones, se pueden adecuar espacios culturales como la catedral de Sal de Zipaquirá, el Castillo de San Felipe o la hacienda El Paraíso. De esta forma los asistentes sienten que además de cumplir con su trabajo están disfrutando de los encantos de una Nación exótica.

Colombia es el tercer país de Suramérica que más reuniones de gran nivel realiza, después de Brasil y Argentina, según la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales (ICCA). Bogotá es la primera ciudad latinoamericana en pertenecer a la red BestCities Global Alliance como destino de eventos y convenciones internacionales, un exclusivo club en el que solo están las mejores.

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