La fintech Cajero lidera este cambio cultural
Impulso a los pagos electrónicos en los comercios colombianos
Casi nueve de cada 10 pagos en Colombia todavía se realizan con efectivo. Pocos establecimientos comerciales tienen la posibilidad de hacer pagos electrónicos. Una tendencia que compañías fintech como Cajero buscan revertir para el beneficio de todos.
“Solo aceptamos efectivo” es todavía una frase recurrente en los comercios del país. Una investigación del Banco de la República estima que los pagos electrónicos únicamente son aceptados en el 15 por ciento de las transacciones cotidianas en los centros urbanos. Además, el 92,4 por ciento de los adultos colombianos reportó que prefiere pagar en efectivo que con cualquier otro medio. De hecho, el año pasado el 88,1 por ciento de los pagos habituales mensuales se realizaron de esta manera en Colombia.
Según el Banco de la República la principal razón de este hábito, difícil de cambiar entre los colombianos, es la ausencia de datáfonos en los comercios. Empresas del sector fintech como Cajero han surgido para ampliar y facilitar el uso de estos dispositivos en los pequeños y medianos establecimientos comerciales, y entre los ‘rebuscadores’ que venden sus productos en la frontera de la informalidad. Su propuesta consiste reducir al máximo las comisiones y eliminarlas para las transacciones menores a 8.000 pesos, además de permitir gestionar la información de las ventas desde una aplicación móvil.
Los beneficios potenciales para este sector de la economía son enormes. “Los sistemas de pago electrónico permiten a los comerciantes aumentar las compras de impulso, las ventas cruzadas y el valor por transacción, es decir, convencer al cliente de que se gaste un poco más de lo planeado, como agrandar un combo de comida rápida. Se estima que las ventas de cualquier negocio pueden crecer hasta un 30 por ciento”, afirma el gerente general de Cajero, Carlos Neira.
Así mismo, los pagos electrónicos suponen una mayor eficiencia en el procesamiento de transacciones y una disminución de riesgos de seguridad. De hecho, Fedesarrollo estima que los costos en países con un alto uso de efectivo pueden superar el 1 por ciento del PIB y rondar el 2 por ciento del ingreso anual de las familias. Neira argumenta que el uso de estas tecnologías permite a los comerciantes tener “un historial de la capacidad de pago y del volumen del negocio, lo que se traduce en la posibilidad de acceder a créditos bancarios. Esto es especialmente importante para pequeños negocios”.
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Cambio cultural
La oportunidad de crecimiento para este sector de las fintech es de alrededor de dos millones de negocios en todo el país. Solo el 0,7 por ciento de los municipios colombianos tiene un nivel de madurez avanzado en la adopción de pagos electrónicos, según un estudio de Visa.
Sin embargo, estos sistemas todavía enfrentan grandes desafíos. “La principal limitante es la cultural, porque los comerciantes todavía no entienden que implementar estos sistemas es una inversión que debe formar parte de los costos operativos y fijos, como tener energía eléctrica o computador, y que como toda inversión debe traer un retorno, materializado, en este caso, en nuevos clientes que prefieren pagar con tarjeta. También influye el que las cadenas de valor de los sectores comerciales, que representan mayor volumen de transacciones en el país, como el sector de alimentos y restaurantes, todavía no están bancarizadas ni digitalizadas de principio a fin”, explica Joaquín Pablo Castro, gerente de mercadeo de Cajero. La empresa se ha aliado con entidades educativas y cámaras de comercio para luchar contra esta falta de educación financiera.
Por otra parte, Neira señala que son necesarias regulaciones para nivelar el campo de juego entre las fintech y el sistema financiero convencional, y un mayor apoyo por parte de entidades estatales para difundir este tipo de soluciones tecnológicas entre los comerciantes. “Hoy la adopción de pagos electrónicos es mucho más fácil, no es solo para grandes empresas”, concluye.