Nuestra tierra

La ruta de Macondo: nuevo atractivo turístico de Aracataca

Muy pronto se estrenará este plan turístico que recorre los pasos de los Buendía y García Márquez.

27 de junio de 2017
El Plan Maestro Ruta Macondo integra ocho municipios del departamento: Sitionuevo, Pueblo Viejo, El Retén, Zona Bananera, Fundación, Ciénaga, Santa Marta y Aracataca.

En una tierra donde ficción y realidad parecen estar tan cerca que es difícil distinguirlas entre sí, se gestó el universo de Macondo y del realismo mágico. Es un lugar donde mariposas amarillas aletean por doquier, donde los gitanos dan a conocer toda clase de artilugios y el camino hacia el norte, tras varios días, conduce hacia antiguos galeones abandonados.

Para dar a conocer a propios y visitantes las maravillas de esas tierras que vuelven lo ordinario extraordinario, la Gobernación del Magdalena creó la Ruta Macondo: un itinerario por aquellos lugares que aparecen en Cien años de soledad y que fueron recorridos por el mismo Gabriel García Márquez en algún momento de su vida.

El Plan Maestro Ruta Macondo fue diseñado por el Observatorio del Caribe e integra ocho municipios del departamento: Sitionuevo, Pueblo Viejo, El Retén, Zona Bananera, Fundación, Ciénaga, Santa Marta y Aracataca. Además, está conformado por diez unidades de negocio, que buscan generar crecimiento y desarrollo para estas poblaciones, inspiradas en la obra del cataquero, como la creación del tren amarillo, una ecoaldea Macondo o el mariposario de Mauricio Babilonia.

Así mismo, delimita el territorio Macondo, enmarcado entre el río Magdalena, la Ciénaga Grande, la Sierra Nevada de Santa Marta y el mar Caribe. Es un proyecto a 20 años que define las intervenciones por realizar, pues aunque en Aracataca, pueblo natal del escritor, ya existen un par de atractivos, como la Casa Museo y la Casa del Telegrafista, no están articulados con otros productos que permitan consolidar un turismo integral en la región.

El proyecto se basa en cuatro pilares: beneficio a las comunidades, protección del medioambiente, movimiento económico y desarrollo de infraestructura de servicios públicos y vías para poder gozar el recorrido.

“El objetivo final es hacer un turismo literario de clase mundial y que sean las mismas comunidades las que lo operen para que no ocurra lo que ocurrió con los habitantes de Macondo, que eran extraños en su propia tierra”, sostiene Clinton Jiménez, asesor de la Oficina de Turismo.