MODA

Diana Crump: entre la armonía y la contradicción

La fundadora y diseñadora de la marca de moda Atelier Crump, y quien ha posicionado el ‘power suit’, nos cuenta por qué París fue tan decisivo en su elección de vida.

María Lucía Hernández*
27 de julio de 2019
Diana Crump estuvo en la pasada Semana de la Moda De París, dando a conocer su marca Atelier Crump | Foto: Pilar Mejía

El mundo natural es uno de los elementos que inspira las colecciones de la diseñadora colombo francesa Diana Crump. Paisajes de lugares recorridos, libros de botánica o exposiciones de arte, donde la naturaleza es protagonista, son parte de su mood board (tablero de ideas). Este universo es clave para crear los estampados textiles de sus piezas y es su punto de partida para lograr esa armonía entre los opuestos: lo femenino contra lo masculino, lo colorido contra lo estructurado; esas son las señas particulares de su marca, Atelier Crump.

SEMANA: ¿En qué momento quiso dedicarse al diseño de modas?

DIANA CRUMP: La moda me encantó desde muy pequeña. La veía en casa. Mis padres son creativos y siempre han tenido una sensibilidad especial para elegir la ropa que llevan. Pero hay un momento clave. Yo vivía en París, tendría 6 o 7 años, y mi madre me llevó a un desfile que estaba inspirado en África. Me fascinó. Entonces pensé: “Eso es lo que yo quiero hacer; quiero estudiar diseño de modas”.

SEMANA: La culpa, entonces, la tuvo Francia…

D.C.: Pienso que fue algo muy natural, por los lazos familiares y personales que tengo con ese país. Me identifico mucho con el estilo francés y pienso que es un lugar idóneo para realizar este tipo de estudios, como lo son Nueva York, Londres o Milán.

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Después de estudiar tres años en la escuela de artes aplicadas École Duperré en París, Diana se inscribió en la École de la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne. Allí adquirió conocimientos más técnicos y de alta costura como patronaje, cortes, costuras y terminados. Esta última escuela le permitió conseguir una pasantía en la casa de lujo Hermès, donde posteriormente también trabajó en el departamento de diseño de ropa masculina.

SEMANA: ¿Qué le dejó su experiencia en Hermès?

D.C.: Me enseñó a mantener un rigor en la calidad. Hoy procuro ser igual de exigente y dejar el miedo a la hora de repetir un proceso. Allí también aprendí sobre la ética y la transparencia con los proveedores y los talleres. Por otro lado, en Hermés comprendí lo valioso que es tener esa idea poética y soñadora de que todo es posible. Obviamente lo hago a mi escala, pero es un sentimiento que hace parte del universo de Atelier Crump y lo comparto con los consumidores y con las personas que trabajan conmigo.

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El estereotipo del banquero, del empresario y de cualquier hombre exitoso se caracteriza por llevar un vestido o traje impecables, al igual que James Bond. A través de sus diseños Diana quiso atribuirle ese símbolo de poder del sastre a la figura femenina. Sus piezas son oxímoros que conviven armoniosamente y representan sabiamente las contradicciones que nos hacen seres humanos complejos y llenos de matices.

SEMANA: ¿Qué es el ‘power suit’ y por qué es tan definitorio en el ADN de Atelier Crump?

D.C.: Fue un término que nació en los inicios de mi marca, en parte porque me generaban un conflicto las palabras ‘sastre’ y ‘vestido’; pero también porque el día que decidí hacerme un suit para asistir a un matrimonio comprobé mis sospechas: cuando te lo pones se incrementa tu confianza y tu seguridad. Es muy importante que la ropa genere ese sentimiento. Empecé a usar este término en las redes sociales y casualmente ha coincidido con la coyuntura del empoderamiento femenino y la inclusión.

SEMANA: Usted estuvo en la pasada edición de la Semana de la Moda de París, primavera-verano 2019. ¿Cómo llegó a allí?

D.C.: Fue una iniciativa propia de Atelier Crump. Decidimos hacerlo por nuestra cuenta. Reservamos una suite en un hotel que me gusta mucho, Maison Malsherbes, en el distrito VIII de París, y ahí recibimos desde periodistas hasta compradores.

SEMANA: ¿Lo visto en esas pasarelas le servirá de inspiración para sus próximas creaciones?

D.C.: Aunque mi trabajo es muy colorido creo que llegué con ganas de apostar por colores más neutros y estampados más invernales; además de cortes altos, cinturas más marcadas y hombros más pronunciados. También pienso que puedo ser más específica en cada temporada y responder con creaciones más diferenciadas para verano e invierno.

SEMANA: ¿Qué cree que le falta al diseño colombiano para que realmente sea un referente de moda en el exterior?

D.C.: El camino no ha sido fácil porque desde siempre se nos ha dicho que miremos hacia afuera. Pero hoy, definitivamente, tenemos una mayor identidad, la hemos madurado poco a poco. Claro, nos falta esa experiencia que han adquirido a través de las décadas países como Francia o Italia. Llevamos muchos menos años que ellos en esta industria y por eso estamos aprendiendo cómo vender fuera de nuestras fronteras, cómo exportar, realizar look-books o ponerles un precio a nuestras creaciones. Pero tenemos lo más importante, todas la ganas y el potencial creativo.

* Especialista en Mercadeo de la Moda