FORMACIÓN
Las Fuerzas Armadas y el trato digno al enemigo
Durante los últimos años nuestros uniformados han recibido una formación que fortalece sus conocimientos en derechos humanos. Aun en la lucha, hay barreras que no se deben cruzar.
¿Cómo deben actuar nuestros soldados en un enfrentamiento? ¿Hasta dónde pueden llegar en las operaciones para garantizar la seguridad nacional? En el terreno y en una situación de vida o muerte muchas veces las respuestas no son tan claras. Por eso desde 2008 se fijó la hoja de ruta para enmarcar sus acciones en el campo de batalla. Así nació la Política Integral de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario que se actualizó en 2017 para dar respuesta a nuevos desafíos.
Su implementación exigió adecuar los métodos de instrucción e integrar las capacidades de las Fuerzas Armadas para cumplir con las obligaciones establecidas. Catorce años antes, el Estado colombiano ya había suscrito los tratados y convenios internacionales y abierto la primera oficina en Derechos Humanos del Comando General de las Fuerzas Militares.
Con esta política integral se fortaleció el conocimiento en este campo entre todos los uniformados. A ello se sumó la creación de la Escuela de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos. Hoy, este esfuerzo suma 268 oficinas distribuidas entre el Ejército Nacional, la Armada y la Fuerza Aérea Colombiana.
Estos nuevos conocimientos han humanizado el lenguaje que se maneja en el interior de las instituciones. “La nueva Política de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario puso al sector Defensa en otro estadio sobre esta materia. Llevó a las Fuerzas Militares y la Policía a entender estos principios, a desarrollar capacitaciones, manuales y doctrina. Fue un cambio total”, concluye el viceministro para las Políticas y Asuntos Internacionales, Aníbal Fernández de Soto.
Disciplina, defensa, atención diferenciada y cooperación interinstitucional son las líneas de acción de nuestros uniformados. A través de ellas se garantiza un comportamiento legítimo en todas sus actuaciones. “Los estudiantes también se enfrentan a situaciones simuladas para que aprendan lo que pueden hacer o no ante la población civil en una circunstancia de vulnerabilidad. Así es más fácil aplicarlo después”, puntualiza la mayor general Paulina Leguizamón, quien está al frente de la Subjefatura de Estado Mayor Conjunto de Fortalecimiento Jurídico Institucional.