Más de 288 obras de infraestructura han realizado nuestros militares desde 2010

Tres días tardaba el viaje por tierra entre San Juan de Arama y Uribe, en el departamento del Meta. Era una trocha intransitable. Hoy, luego de la intervención del Comando de Ingenieros del Ejército, el recorrido dura cuatro horas. Esta obra, que se esperó por más de 50 años, se conoce como la marginal de la Macarena. Además de unir a Meta con Huila, su objetivo es comunicar a Venezuela, Colombia y Ecuador. Su ejecución fue posible gracias a un convenio entre Invías y el Ejército. Los beneficiarios directos: 47.129 habitantes de la zona.

Aunque al comienzo fue necesaria la activación de dos batallones, unos 850 soldados, para garantizar la ejecución del proyecto vial en medio de cuatro frentes de las Farc que acechaban desde la cordillera Oriental, gracias a la firma de la paz se construyeron sin inconvenientes los 36,2 kilómetros entre San Juan de Arama y Mesetas, y se alista el siguiente tramo vial hasta Uribe. Entre los municipios de Baraya y Colombia, en Huila, ya se han ejecutado 13 kilómetros, se trabaja en otros siete y está por intervenirse un tramo de casi 100 kilómetros denominado el tapón de la Macarena.

Este es tan solo uno de los 288 proyectos que ha ejecutado el Comando de Ingenieros del Ejército entre 2010 y este año, en 233 municipios de 25 departamentos que se consideraban zonas críticas hasta hace poco tiempo. Una misión en la que se han invertido 490,8 millones de pesos para beneficiar a más de 4 millones de personas gracias a la construcción, el mejoramiento y la pavimentación de 865,2 kilómetros de carretera –que equivale a trazar una autopista directa entre Cali y Cúcuta–; el mantenimiento de 349,7 kilómetros de vías terciarias en 20 puntos de 12 departamentos, y la construcción de 684 metros de puentes. Los principales tramos son Junín-Barbacoas, en Nariño; y Tibú-La Gabarra, en Norte de Santander.

El propósito final de estas obras es el despeje del territorio nacional para llevar progreso y contribuir a la recuperación del tejido social de comunidades que durante décadas sufrieron la violencia. La magnitud de los trabajos en estos últimos diez años no tiene precedentes en la historia de la infraestructura colombiana. “Estamos con una pala en una mano y el fusil en la otra, trabajando en esta obras para fortalecer la paz”, puntualiza el general Luis Emilio Cardozo, jefe del Comando de Ingenieros del Ejército.