ENTREVISTA

“La xenofobia hay que combatirla siempre”

En entrevista con SEMANA, Jozef Merkx, Representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), habla sobre la migración venezolana a nuestro país.

Rodrigo Pardo*
25 de septiembre de 2018
Jozef Merx asegura que un 30 por ciento de los venezolanos que han llegado al país son menores de 18 años y no tienen acceso al sistema educativo. Es necesario entonces apoyar a las escuelas para que los reciban. | Foto: Guillermo Torres

SEMANA: ¿Cuál es el tamaño de la migración de venezolanos en nuestro país?

JOZEF MERKX: Las cifras del gobierno y de Migración Colombia indican que ya son más de 935.000 personas, pero en declaraciones públicas el gobierno ya habla de más de 1 millón. Y entre OIM y ACNUR ya hablamos de que la totalidad de venezolanos fuera de su país es de 2,3 millones. Así que gran parte de los migrantes y refugiados llegan a Colombia. Muchos de los que entraron con pasaporte consiguieron un Permiso Especial de Permanencia (PEP), pero hay otro movimiento que es de tránsito. Este año, cerca de 500 mil venezolanos salieron de Colombia por la frontera sur (Rumichaca).

SEMANA: ¿El destino que buscan es Ecuador?

J.M.: Es un desplazamiento hacia todos los países de la región. Hay quienes se quedan en Colombia, otros van a tierras ecuatorianas, después está Perú, que también es bastante popular. Algunos tratan de llegar a Chile y Argentina. También hay flujos hacia Brasil, o al norte, al Caribe y Centroamérica; a México y Estados Unidos. Es un fenómeno regional.

SEMANA: ¿Cuál es el estatus migratorio de los venezolanos que vienen a Colombia?

J.M.: Vemos que cada vez hay más personas recibiendo el PEP y nosotros aplaudimos que el gobierno de Colombia haya hecho un registro de los venezolanos que no tenían estatus regular. Registraron 442.000 personas que podrán acceder al PEP hasta mediados de diciembre. Entonces, si todo sale bien, vamos a tener más de 800.000 venezolanos que van a tener un estatus regular en Colombia. Además de los venezolanos que llegaron con pasaporte y cuentan con su cédula de extranjería.

SEMANA: ¿Qué puede hacer ACNUR?

J.M.: Estamos aquí para complementar la labor del gobierno. Trabajamos con Migración Colombia, con la Defensoría del Pueblo, con el Ministerio Público y la Cancillería, para reforzar la respuesta humanitaria. También trabajamos para la población más vulnerable, hemos abierto muchos albergues para las personas que no tienen techo, apoyamos comedores, creamos espacios amigables para los niños y ayudamos a las comunidades receptoras.

SEMANA: ¿Cómo ha sido la respuesta del gobierno colombiano?

J.M.: Para ningún país es fácil recibir a 1 millón de personas en un tiempo tan corto. El gobierno ha sido proactivo, pero obviamente se puede hacer mucho más. Nos preocupa el tema de la salud porque a muchos venezolanos les cuesta acceder a ella en Colombia. Pero lo que más nos ha gustado es que el gobierno ha dado mucha documentación que les permite a los refugiados y migrantes tener un estatus regular, poder trabajar y tener acceso a la educación.

SEMANA: ¿Dónde están las mayores deficiencias para tratar el problema?

J.M.: El flujo continúa. De hecho, sabemos que hay gente caminando en dirección a Bogotá o a Ecuador y este es uno de los problemas que el gobierno debe abordar con prontitud. También está el sector salud, que ya mencioné, es un reto brindarles los servicios a una población adicional tan cuantiosa. Es un tema de recursos. El sistema de Colombia ya tiene sus limitantes, sobre todo en regiones como la zona fronteriza. Este ha sido un país de desplazados internos o de gente que salió por la violencia, sin embargo, no está acostumbrado a recibir a tantas personas. Eso requiere un cambio y una política pública, que todavía no existe en detalle.

SEMANA: ¿Cuáles son los temas más preocupantes?

J.M.: La niñez. Hay muchos niños de Venezuela, y también colombianos, que están retornando y no tienen acceso al sistema educativo. Hay que apoyar a las escuelas para que, en la práctica, puedan recibir a esta población. Aproximadamente un 30 por ciento de los venezolanos que han llegado tienen menos de 18 años, según datos del Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV). El tema de la agresión contra las mujeres venezolanas también es preocupante, muchas de ellas son víctimas de violencia sexual y basada en género.

SEMANA: Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan un momento difícil, ¿eso ha obstaculizado las posibilidades de trabajar?

J.M.: ACNUR no es una agencia política, es una agencia humanitaria. Reaccionamos si vemos que hay gente vulnerable: mujeres o niños. Nuestra respuesta es humanitaria. Ojalá se amplíe aún más la coordinación entre los países para una adecuada respuesta.

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SEMANA: ¿La xenofobia se ha convertido en un obstáculo?

J.M.: Este es un fenómeno que se presenta en todo el mundo cuando hay migrantes o refugiados. La xenofobia hay que combatirla siempre. Desde el año pasado lo venimos trabajando aquí, con la campaña Somos Panas Colombia, con la que tratamos de evitar el rechazo que es muy manejable todavía, porque los colombianos saben lo que significa tener que salir de su pueblo, huir por una crisis. Pero el llamado es a la solidaridad, este es un tema de reciprocidad. Los dos países, al final, son pueblos hermanos.

SEMANA: Para ACNUR, ¿la crisis migratoria que enfrenta Colombia es la más grave en la región?

J.M.: En este momento sí porque los números han crecido muy rápido. Pero hay otros asuntos también. Por ejemplo, en Colombia hemos trabajado el tema del desplazamiento interno durante 20 años y seguimos preocupados porque en algunas zonas del país vemos renacer este fenómeno. Lamentablemente, en Colombia, todavía tenemos mucho trabajo.

*Director editorial de revista Semana