"Ni Colombia ni los países de América Latina deben cerrarles las puertas a estos migrantes". | Foto: Nathalia Angarita

OPINIÓN

“Los latinoamericanos debemos tenderle la mano al pueblo venezolano”

Afirma José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch. En su texto invita a recordar que Venezuela, años atrás, abrió sus puertas para acoger a los colombianos.

José Miguel Vivanco*
25 de septiembre de 2018

A lo largo de su historia Venezuela ha abierto sus puertas a inmigrantes de diversas naciones, incluidos aquellos que huyeron del conflicto armado interno en Colombia, o de las dictaduras del Cono Sur en los años setenta y ochenta. Hoy, en cambio, vemos un éxodo masivo que huye del régimen de Nicolás Maduro.

Según la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, más de 2 millones de venezolanos han abandonado su país desde 2014, pero hay muchos más cuya salida no ha sido registrada por las autoridades.

Huyen por distintos motivos, uno de ellos es la escasez de alimentos. De acuerdo con Cáritas Venezuela, los casos de desnutrición de menores de 5 años aumentaron del 10 por ciento en febrero de 2017, a más del 17 por ciento en 2018.

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El año pasado, la entonces ministra de Salud de Venezuela, Antonieta Caporale, presentó un informe que mostraba que en 2016 la mortalidad materna había aumentado un 65 por ciento y las muertes infantiles 30 por ciento. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en el país hay brotes de enfermedades evitables como sarampión, difteria, malaria y tuberculosis.

Y también hay abuso de autoridad. En 2017 Human Rights Watch documentó una arremetida del gobierno contra los opositores que incluyó el uso brutal de la fuerza durante las protestas multitudinarias que piden un cambio de régimen. Hubo cientos de heridos, 5.400 personas detenidas y 124 muertas.

Colombia es el país que más venezolanos ha recibido en el mundo. Hay quienes no están de acuerdo con acoger a más de 1 millón de personas que se trasladaron desde Venezuela durante el último año. Pero se equivocan.

Responder a una afluencia de tales proporciones implica enormes desafíos y sacrificios, pero cerrarles la puerta a los venezolanos es una actitud miope. Los esfuerzos hechos por el gobierno de Juan Manuel Santos fueron positivos: les concedió estatus legal, les brindó acceso a la atención médica de emergencia y a la educación.

Uno de los principales desafíos que enfrenta el presidente Iván Duque es abordar esta situación. Es clave que adopte medidas adicionales para proteger los derechos de estos vecinos que hoy necesitan apoyo. Los latinoamericanos debemos tenderle la mano al pueblo venezolano, que nos acogió cuando más lo necesitábamos.

*Director de la División de las Américas de Human Rights Watch