LEYES

Conozca las leyes con las que el país potencia las energía renovables

Esta normativa ayuda a fortalecer el Sistema Energético Nacional y aleja el peligro de los apagones. No necesita ser un técnico para entenderla. Se la explicamos.

25 de abril de 2018
La Ley 1715 de 2014 ha incentivado más que ninguna otra los proyectos relacionados con el uso de las fuentes renovables no convencionales. | Foto: Javier Dussan

Para que Colombia diera el paso hacia desarrollar y utilizar las energías renovables no convencionales era necesario contar con una reglamentación clara, eficiente y específica. Tras varios años de preparación y estudios, el Congreso aprobó la Ley 1715 de 2014 orientada a la eficiencia energética y al aprovechamiento de fuentes no convencionales de energía eléctrica tanto en el Sistema Interconectado Nacional como en las zonas no interconectadas de Colombia. Además, estableció incentivos para que los inversionistas nacionales e internacionales promuevan el desarrollo de estas fuentes limpias en el territorio. Entre los incentivos se encuentran los tributarios, los mecanismos para la entrega de excedentes de energía y la disposición de recursos para financiar los proyectos. De hecho, se han promovido más de 350 iniciativas de desarrollo de renovables.

Beneficios tributarios

Con el fin de que un proyecto sea beneficiado con los incentivos establecidos en la Ley 1715 la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) evalúa todos los proyectos estructurados. Para darles el aval técnico a las propuestas tiene en cuenta parámetros como la reducción de emisiones, la eficiencia energética y la disminución del consumo de energías. Por su parte, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) se encarga de dar el aval ambiental; y una vez ambos requisitos se han cumplido le da luz verde al proyecto, entrega un certificado que el proyecto debe presentar ante la Dian para recibir los beneficios tributarios tales como la exclusión del IVA y la eliminación de aranceles.

La ley y los cambios

Antes de ella no había regulaciones. Existía un plan llamado el Proure que determinaba las metas que servían de referencia para que el Ministerio de Ambiente aplicara algunos beneficios tributarios. El Proure no era un reglamento sino más bien un plan indicativo que señalaba los objetivos esperados en reducción de emisiones o en consumo de energía. Con base en lo anterior se otorgaban los beneficios a los proyectos.

Un nuevo fondo

Hace poco el gobierno expidió el decreto 1543 de 2017 mediante el cual creó el Fondo de Energías no Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (Fenoge), de acuerdo con lo establecido en la Ley 1715. Tiene la prioridad de entregar recursos para la investigación y para los planes piloto de proyectos relacionados con la producción de energías limpias. Por su parte, el Sistema General de Regalías, con base en la Ley 1530 de 2012, busca incrementar la capacidad científica, tecnológica, de innovación y de competitividad de las regiones. El Fenoge centra su trabajo, especialmente, en las zonas no interconectadas del país, donde no hay mercado ni agentes interesados en construir infraestructura.