ECONOMÍA

¿Les está dando un buen uso a sus cesantías? Averígüelo aquí

Cifras de Asofondos y del Fondo Nacional del Ahorro indican que los colombianos han aprendido a utilizarlas. Le contamos qué hacer para sacarle el máximo provecho a este ahorro.

30 de julio de 2018
Las cesantías son un capital clave para los colombianos, especialmente si se considera la poca cultura del ahorro que hay en el país. | Foto: Cortesía Fondo Nacional del Ahorro

Tener una casa, mejorarla, invertir en una segunda propiedad: todos esos son proyectos que se pueden realizar con ayuda de las cesantías. La buena noticia es que los colombianos son cada vez más conscientes de darles a estas un uso adecuado, y así lo demuestran las cifras.

De acuerdo con la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías (Asofondos), en 2017 los afiliados retiraron 1,4 billones de pesos para compra de vivienda, mientras que otros 1,4 billones fueron destinados para adquisición, liberación de deuda o mejoramiento de vivienda.

Estas cifras coinciden con las del Fondo Nacional del Ahorro (FNA), que a la fecha cuenta con 1.690.294 afiliados por cesantías. La entidad reporta que cerca del 64 por ciento de sus usuarios ha destinado estos recursos para buscar vivienda, disminuir el saldo de su crédito con el fondo o para mejorar sus casas.

Solo en el primer trimestre de 2018, el 9,64 por ciento utilizaron sus cesantías para crédito de vivienda, 28 por ciento para mejora de esta, y 25,5 por ciento para abonar a la cartera vigente.

Mitos y realidades

“Es importante recordar que las cesantías únicamente pueden ser usadas para vivienda, educación y para cuando una persona quede desempleada”, recuerda Helmuth Barros Peña, presidente del Fondo Nacional del Ahorro. En este sentido, el secretario general de la misma entidad, Jaime Afanador Parra, aclara varias dudas y aconseja a los ciudadanos sobre qué uso darles a estos recursos que tanto nos cuesta reunir.

En primer lugar, el ahorro de cesantías se da cuando existe un contrato entre un trabajador y un empleador. “De esa relación laboral nace jurídicamente, para el empleado, el derecho a recibir las prestaciones sociales establecidas en la ley, como prima de servicios, cesantías y sus intereses y vacaciones”, dice Afanador. Los trabajadores independientes, por el contrario, no tienen acceso a este beneficio.

En el primer trimestre de 2018, sin embargo, el número de trabajadores independientes llegó a más de 10 millones de colombianos. El FNA creó el Ahorro Voluntario Contractual (AVC) para que esta población acceda a vivienda y educación a través de las distintas modalidades de crédito que ofrece la entidad. Por otro lado, de acuerdo con la Ley 50 de 1990, el trabajador es quien elige el fondo de cesantías al que se quiere afiliar al momento de firmar su contrato. Y el empleador tiene la obligación de consignar allí los montos respectivos.

El FNA, de acuerdo con Afanador, ofrece muchos beneficios en esta materia. Con este no existe una cuota de vinculación, no se cobra comisión por la administración o retiro de las cesantías y se brinda la posibilidad de acceder a financiamiento de vivienda y educación.

Además, las cesantías están respaldadas por los activos de esta entidad, solidez que reconocen firmas calificadoras de riesgo como BRC y Fitch & Ratings. Así mismo, las cesantías nunca pierden valor: “Por el contrario, tienen rendimientos anuales, como mínimo, iguales a la inflación anual”, agrega el presidente Barros.

En caso de que el trabajador falleciera, el beneficiario que este haya designado puede retirar el dinero que hasta la fecha se haya ahorrado en el fondo. Los beneficiarios pueden ser el cónyuge o compañero permanente (catalogado en primer lugar), hijos (segundo) y padres del fallecido (tercero). De no existir ninguno de estos, se beneficia a los hermanos del fallecido.

El presidente de la entidad destaca que las cesantías son un activo muy importante para las familias colombianas, especialmente si se tiene en cuenta la escasa cultura ahorrativa del país. “El FNA brinda herramientas para generar ahorros y poder tener proyectos a largo plazo. No se trata de que los empleados trabajen y trabajen sin descanso, se trata de que puedan cumplir sus objetivos, como el de tener vivienda propia”, concluye.