PREMIO LÍDERES
El defensor de la selva
Por sus contundentes y argumentadas denuncias, Rodrigo Botero es un referente de la lucha contra la deforestación de este ecosistema. Les ha puesto nombre y apellido a sus principales causas: acumulación de tierras, corrupción, ingobernabilidad, economías ilegales, inadecuada planeación del uso del suelo y modelos tradicionales de desarrollo.
Visitó la Amazonia por primera vez cuando tenía 12 años, pero solo en esa oportunidad fue de paseo. Desde hace 30 años, viaja a esta región –en Colombia o en los demás países que la componen– con un único propósito: conservarla.
Por sus contundentes y argumentadas denuncias, sirve de referente de la lucha contra la deforestación de este ecosistema. Les ha puesto nombre y apellido a sus principales causas: acumulación de tierras, corrupción, ingobernabilidad, economías ilegales, inadecuada planeación del uso del suelo y modelos tradicionales de desarrollo.
Conoce la zona por cielo y tierra; a sus comunidades campesinas e indígenas. Vive montado en una avioneta para monitorear los huecos que la deforestación deja en la selva. Articula como nadie a los líderes comunitarios, autoridades locales, sectores económicos, programas gubernamentales y cooperación internacional.
Botero está convencido de la posibilidad de construir una forma diferente de desarrollo y relacionamiento con la selva. Y para demostrarlo, en su cargo de director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, introdujo un sistema con el que analiza conflictividades socioambientales, genera alertas tempranas, monitorea la deforestación y modela escenarios futuros en Colombia. Todo ello para poner esa información en manos de tomadores de decisiones.
Así demostró el potencial de deforestación que tenía el Proyecto Marginal de la Selva, logró que el Gobierno desistiera de hacerlo, y defendió la necesidad de ampliar de Chiribiquete, ahora el área salvaguardada más grande de la Amazonia colombiana.