ARTE
Así es el museo mutante que recorre las calles de Montería
El esfuerzo de algunos cordobeses notables derivó en el MUZAC, un museo sin sede propia, pero que ha llevado a los ojos de los monterianos algunas de las obras más importantes del país. Acá nos lo explica su creador, Cristo Hoyos.
SEMANA: ¿Cómo nace el Muzac?
CRISTO HOYOS: Con la idea de lograr un espacio para el arte en Montería. Fue definitivo el acceso a la Red Nacional de Museos y el apoyo del Museo Nacional. La clave era iniciar superando algunos vicios que habían postrado a otros museos. Muzac no requiere de una sede propia ni de una colección. Tampoco tiene planta de personal, es decir, cero burocracia, y sus miembros no reciben sueldos.
SEMANA: ¿Cómo ha sido la respuesta de los monterianos?
C.H.: Extraordinaria. La Alcaldía de Montería nos proporciona un bello espacio que utilizamos como sede en la Ronda del Sinú, y a pesar de no tener los requisitos expositivos adecuados, sí es un epicentro para todos los monterianos.
SEMANA: ¿Qué artistas han llevado al museo?
C.H.: En 12 años de labores, sin cancelar una sola exposición, por el Muzac han pasado obras de Eduardo Ramírez Villamizar, Débora Arango, Enrique Grau, Carlos Rojas, Beatriz González, Luis Caballero, Pierre Daguet, Nereo López, entre otros. Hemos abordado temáticas dedicadas al arte suramericano, a la fotografía, a la cerámica, al performance, al arte popular, indígena, y, por supuesto, al conceptual y contemporáneo, con obras de Antonio Caro, Johanna Calle, Alberto Baraya y Edinson Quiñónez.
SEMANA: ¿Y de Montería?
C.H.: Hemos logrado curadurías para el arte local y nuevas figuras en Salones Regionales y Nacionales, y en las convocatorias de Imágenes Regionales. Dándoles así espacio a destacados artistas monterianos como Olga Gómez, cuya exposición Libre Albedrío fue reconocida por el público en el periódico Arteria como la más bella exhibición colombiana de 2016.
Foto: Pilar Mejía
SEMANA: ¿Cuál fue la fórmula del éxito?
C.H.: Tiene mucho que ver con la continuidad y la calidad de las exposiciones. Son cuatro cada año programadas junto con los calendarios académicos. El museo complementa la formación académica, reconoce la historia y abre una ventana de la contemporaneidad a las nuevas generaciones. Esto lo ha convertido en un reconocido instrumento de transformación social.
SEMANA: ¿Con qué sorprenderán este año?
C.H.: Para finales de 2018 celebraremos la exposición número 50. No habríamos llegado a este punto sin la solidaridad de la Asociación de Amigos del Museo que desde Montería y Bogotá nos apoyan desde que se inició en 2005.