MEDIOAMBIENTE

El transmilenio del Río Sinú

Como parte del trabajo que se hace dentro del plan de acción Montería Sostenible, Findeter y la Alcaldía de la ciudad trabajan en la Línea Azul, un proyecto que promete mejorar la movilidad a través del río.

Rodolfo Zea y Ana María Palau*
9 de mayo de 2018
El proyecto Línea Azul se divide en tres etapas. La primera ya arrancó. | Foto: Cortesía Alcaldía de Montería

Montería ha resurgido en la última década aceleradamente, y hoy es una ciudad sostenible, competitiva e incluyente que mira el futuro con objetivos claros, visión compartida de territorio y planeación de largo plazo que articula su desarrollo en torno al río Sinú.

Desde 2014 se incorporó al programa de Ciudades Sostenibles y Competitivas de Findeter, en alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo. Su Plan de Acción ‘Montería Sostenible de Cara al río Sinú’ propone, entre otras cosas, devolverle la importancia al río para convertirlo en un corredor de inclusión social, articulador del territorio, eje turístico y de recuperación ambiental.

El Sinú, como principal activo del territorio, se convierte en el eje estructurador natural al conectar la ciudad de sur a norte. Sin embargo, como la capital cordobesa presenta déficit en el sistema de transporte público colectivo, y alta demanda de viajes, el potencial del río adquiere mayor importancia.

La Alcaldía y Findeter, con el apoyo de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), otorgan máxima prioridad al proyecto Línea Azul, derivado del Plan de Acción Montería Sostenible en su eje ‘El río como articulador del ordenamiento urbano’, y dentro del componente de Movilidad Equilibrada. La Línea Azul se integrará con el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) y los modos no motorizados para mejorar la calidad de vida de los monterianos.

Cifras que lo avalan

El 51 por ciento de los monterianos se moviliza de forma sostenible; 22 por ciento en transporte público; 19 por ciento a pie; 9 por ciento en bicicleta, y 1 por ciento en planchón. En cuanto a estos últimos se registra un tránsito de 10.458 pasajeros que lo usan para cruzar la ribera del río al día y muchos suben con bicicleta para continuar el viaje, lo que demuestra la intermodalidad del sistema. En cuanto al comportamiento de los viajes fluviales, el Centro-Muelle Turístico y el punto Unisinú-Juan 23 son en los que se concentran la mayoría de desplazamientos.

De hecho, un sondeo reveló que al 96 por ciento de los encuestados le gustaría tener un sistema de transporte de pasajeros por el río Sinú que le permita ir de un lado a otro y 91 por ciento estaría dispuesto a hacer transbordos para llegar a su destino. Así las cosas, la Línea Azul de transporte se consolida como un potenciador del desarrollo capaz de convertir al río en un eje de la ciudad, generar espacio público de calidad, zonas verdes, consolidar el comercio y dinamizar las áreas de expansión.

A partir de este diagnóstico se propone adelantar el proyecto en tres etapas que permitan priorizar su inversión, maximizar la demanda inicial y garantizar la optimización de los recursos de las fases posteriores. Se han considerado 15 embarcaderos para la Línea Azul: cuatro en su ciclo inicial, seis nuevos en el segundo periodo y cinco más en la faceta final. De esta forma se conectaría el sur, el centro y el norte de la ciudad desde Los Colores hasta Los Garzones.

Amigable con el ambiente

La primera fase, estructurada y diseñada por la firma colombiana Sigma Gestión de Proyectos, que está a punto de comenzar, tendrá una longitud de ruta de 3,8 kilómetros, con embarcaciones para 60 personas y una demanda estimada de 3.308 pasajeros por día, atendidos por una flota de cuatro naves iluminadas con energía solar.

Además de una disminución considerable en los tiempos de desplazamiento se destacan, entre sus beneficios, la seguridad, la reducción de la accidentalidad y la comodidad. Este sistema se convertirá en un ejemplo de innovación nacional por ser el primero en tener una función ciento por ciento amigable con el medioambiente y arquitectura bioclimática. También será un modelo mundial al estar integrado con el SETP, que contará con capacidad para 14 bicicletas y ofrecerá espacios a personas en silla de ruedas.

Componente social, eje fundamental

En la etapa de estructuración se involucró a los diferentes actores del río y del proyecto: planchoneros, areneros, conductores de buses y usuarios, entre otros, lo cual permitió conocer sus necesidades y expectativas frente a la puesta en marcha del sistema.

La estructuración de la Línea Azul demuestra que Montería apuesta por consolidarse aún más como una ciudad sostenible, competitiva, equitativa e incluyente. En 2016 estos esfuerzos hicieron que la ONU la reconociera como una de las diez urbes más sostenibles del mundo.

*Rodolfo Zea, Presidente de Findeter y Ana María Palau, Vicepresidenta de Planeación Findeter.