CIUDAD
La década que construyó el futuro: Montería 2008-2018
Así es la Montería moderna, la ciudad de las políticas continuas que no quiere perder su espíritu de pueblo.
Entre 2008 y 2018 Montería ha sido noticia mundial por su acelerada renovación urbana y la aplicación de políticas públicas incluyentes, al punto de que la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Urbano Sostenible-Hábitat III, en Quito, la escogió como una de las ciudades más sostenibles del planeta.
Antonio de la Torre y Miranda la fundó el primero de mayo de 1777. El 18 de junio de 1952 se convirtió en la capital de Córdoba. Su nombre, Montería, significa “caza de jabalíes, venados y otros animales de caza mayor”, según la Real Academia Española.
La Perla del Sinú, Ciudad de las Golondrinas o Capital Ganadera de Colombia, como se le conoce, en una década hizo el tránsito de pueblo a ciudad. Y aunque sigue siendo intermedia, cautiva por su nuevo aire cosmopolita, caracterizado por sus vías, zonas verdes, el río que la atraviesa, modernos edificios y centros comerciales, variadas ofertas gastronómicas y culturales, entre otros atractivos que confluyen con sus costumbres.
Esta fue una ciudad opaca durante más de medio siglo, y solo era noticia por inundaciones o conflicto armado; de calles estrechas, de zonas abandonadas, de pocas oportunidades. Pero en 2008 despertó y logró pasar la página de un pasado oscuro. Desde entonces comenzó a convertirse en una capital-región que sirve a 83 municipios de Córdoba, Sucre, Urabá, Bajo Cauca antioqueño y sur de Bolívar, que suman más de 3 millones de personas que buscan en ella servicios de salud, educativos y comerciales. De hecho, según un estudio reciente, tiene la segunda tasa de crecimiento poblacional más grande del país. Pero hay más, pues de acuerdo con una investigación de la Universidad de Nueva York, a 2032 Montería podría tener más de 1 millón de habitantes (hoy hay 600.000, aproximadamente).
La ciudad reposa en una gran planicie bañada por extensos recursos hídricos que les dan vida a los más de 3.000 kilómetros cuadrados de su Área Metropolitana y 4.092 hectáreas de su zona urbana. Se extiende por la parte media del valle del río Sinú y su territorio es de 320.782 hectáreas, lo que representa el 12,51 por ciento del departamento. “Más allá de la renovación urbana hemos logrado transformar vidas: tenemos mejores servicios públicos, más espacios públicos, servicios de salud de primer nivel, oportunidades laborales, mejor educación”, dice el alcalde Marcos Daniel Pineda García.
Los monterianos, de la mano de las últimas administraciones, unieron fuerzas y han venido jalando para el mismo lado. Es el caso de Ana Cecilia Yances, conocida en el mundo artístico como Chando Yances. Algunos de los ambientes modernos que Montería ofrece en hoteles y universidades muestran su trabajo, y ha expuesto en Colombia y en el extranjero.
Su sello forma parte de un plan de renovación que conecta a la ciudad con una tendencia moderna sin alejarse de sus valores y costumbres. “Mi trabajo simplifica los tejidos tradicionales. Con ese material pude abstraer lo que vi en las haciendas donde trabajaba con artesanos de Córdoba”, asegura.
Las cifras en educación indican que esta ciudad tiene el mejor promedio académico en el Caribe en las pruebas Saber; además, en 2017 graduó a 1.500 personas gracias a un programa para adultos. Al esfuerzo contra el analfabetismo se suma el mejoramiento de la infraestructura educativa, con megacolegios y nuevas aulas.
Invertir en salud jamás será guardar en saco roto. En el Hospital La Gloria, uno de los mejores de primer nivel del país, se han atendido más de 70.000 consultas, cerca de 40.000 urgencias y más de 180 nuevos monterianos han nacido allí. “Tenemos médicos en puestos de salud renovados en todos los corregimientos. El reto es defender un modelo de ciudad en el tiempo”, afirma Pineda García.
Pero no hay mejor plan que unírseles a las personas que con las últimas luces del día se juntan en la Ronda del Sinú y caminan, trotan, degustan el paisaje y captan un trozo de atardecer monteriano con sus celulares.
Niños que juegan en parques, jóvenes que estudian a través del programa Todos a la U y ahorran costos de transporte público gracias a una tarifa diferencial; gente que practica deportes a nivel formativo y recreativo. Esas imágenes quedan grabadas en la retina del visitante. “En Montería, sin importar el presupuesto del día, se come y se vive bien en cualquier casa”, dice María Eugenia Farah, encargada del restaurante Farah.