DEPORTES

Miguel 'Happy' Lora: La vida después de un campeón mundial

El icónico exboxeador monteriano Miguel ‘Happy’ Lora, colgó los guantes hace casi 25 años. Ahora su día es día es distinto. Incursionó como actor y dedica la mayor parte del tiempo a su familia.

Vanessa Cortés Uchuvo*
9 de mayo de 2018
Hace 33 años el boxeador monteriano ganó el título mundial de boxeo peso gallo. | Foto: Mario Burgos

De las leyendas siempre se oye hablar. Y aunque a mí no me toco celebrar a este ícono del boxeo nacional, hoy tengo frente a mí al legendario ‘Happy’ Lora. El mismo deportista que, junto a grandes figuras como Kid Pambelé y Rocky Valdez, puso el nombre de Colombia en boca del mundo. ¿Cómo no ver en los videos de YouTube que hoy lo inmortalizan pancartas con las palabras ‘Poder costeño’? Gracias a la tecnología quedaron grabadas las mejores peleas de estos pugilistas para los futuros espectadores.

Atrás quedaron los días en los que Miguel ‘Happy’ Lora se disputaba la vida en el cuadrilátero. Su carrera como boxeador profesional estuvo activa por más de 16 años. Tuvo 40 peleas, ganó 37, no empató ninguna y perdió tres, una de ellas por nocaut. Esos momentos, aunque siguen siendo su esencia, no lo definen del todo.

Hace 24 años el ‘Happy’ no celebra sobre la lona, sus alegrías también se transformaron. Hoy la felicidad la encuentra en una tarde de risas a lado de sus nietas. Lo cuenta con naturalidad sentado en un banquillo del comedor en su casa en Montería. Hoy, más allá de la figura boxística, hay un hombre dedicado al hogar.

Sin embargo, en su ciudad natal continúa siendo una celebridad, y si su recuerdo sigue vivo es gracias a su familia. Su hijo Samir se encarga del contenido de las redes sociales y le ha conseguido más de 2.400 seguidores en Instagram. Y su esposa Consuelo, con quien lleva 36 años de casado, hace de mánager y a veces, refleja esa faceta estricta que al ‘Happy’ le cuesta mostrar. “Él no puede decir no”, dice con gracia, como si se tratara de una pelea perdida.   

En efecto, la mayoría de las personas que conocen al boxeador lo definen como un hombre noble. Consuelo recuerda que tuvieron que cambiar el número celular porque casi medio Montería lo tenía guardado. Entonces lo llamaban muy seguido, a cualquier hora y muchas veces solo para escucharlo o decirle “arriba mi champion”

El día de la entrevista la puerta de su casa estaba abierta porque hacía mucho calor. En medio de la conversación entró un hombre, lo saludó efusivo y después de charlar un rato le dijo: -“Champion, mi mamá está de cumpleaños, ¿será que la puedo llamar y usted la felicita?”-. -“¡Hombre! qué dicha tener a la mamá viva, llamémosla”-. Al rato, el señor se dio cuenta de que no tenía saldo. -“Márquele desde mi celular”-, dijo con frescura el anfitrión. No hay remedio, el ‘Happy’ siempre será condescendiente y su número de celular comunal.

Ese tipo de situaciones suelen repetirse en varios momentos del día. Cuando sale a trotar por el parque principal de la ciudad o cuando está conversando con sus vecinos. “Yo estoy muy agradecido por el amor de mi gente. A mí me gusta ser buena persona, ayudar y escuchar al prójimo. Siempre le pido a Dios bendiciones para todos y así mismo las recibo”, cuenta el también actor. 

Unos años antes de retirarse, el ‘Happy’ incursionó en la televisión con la novela Las Juanas, en donde actuó interpretándose a sí mismo. “He trabajado en cerca de seis producciones con más de 20 capítulos”, esos datos los tiene tan claros, como las grandes peleas que protagonizó. “Me gusta actuar y me va bien”. El secreto de su versatilidad, al parecer está en su disposición y disciplina.

La mayoría de sus papeles han sido como deportista o entrenador. También participó en la primera temporada del reality show La granja Tolima en 2004. Ese fue el ‘Happy’ que le tocó a mi generación, un ícono nacional que del otro lado del ring se le ha medido a todo. También grabó un disco de vallenato, maneja algunos negocios y mantiene relaciones cordiales con los políticos. “Yo ayudé a hacer la vía que conecta a San Carlos”, recuerda. 

Ha pasado mucho tiempo desde que inició la carrera de este boxeador, y hoy luce diferente, tanto, como la ciudad que él puso en el radar en 1985, cuando ganó el título mundial de boxeo peso gallo. “Montería ya no es un pueblo, ha avanzado mucho con el alcalde actual. La gente ya no se transporta en burros (risas). Aunque ambos han cambiado, la esencia se mantiene. La Perla Sinú sigue siendo tan serena como cuando él era niño y jugaba al fútbol. Y el ‘Happy’, con la misma fuerza y carisma que sin estar en el ring, continúa paralizando la ciudad. 


*Periodista de Especiales Regionales de SEMANA.