¿Qué tienen en común estos 5 colombianos destacados? Que en sus carreras fue indispensable una o varias mujeres. Les contamos quiénes son. | Foto: Camila Reina

PERSONAJES

Cinco exitosos colombianos le rinden homenaje a los amores de su vida

Nairo Quintana, el padre Linero, Fabio Rubiano, Héctor Buitrago y Jorge Reynolds agradecen a sus madres, hermanas y amigas. Sin ellas, no habrían llegado tan lejos.

26 de noviembre de 2018

Crecimos juntos

“Interpretar un papel femenino es siempre una experiencia muy variada, pues las mujeres no son genéricas, cada una es muy diferente a las demás”. Esta es una de las enseñanzas que le ha quedado al actor y escritor de teatro, cine y televisión Fabio Rubiano luego de trabajar con mujeres por más de 25 años y adentrarse en su piel.

Para este dramaturgo dos han sido las mujeres que han “definido históricamente” su carrera. Su hermana Mariela Rubiano lo apoyó desde que empezó a hacer teatro y fue su primera productora. “Ella fue absolutamente determinante para la continuación de mi proyecto de vida. Ha sido mi amiga, mi compañera y mi consejera”.

Así mismo la actriz Marcela Valencia, a quien conoció en la Facultad de Artes de la Universidad Distrital, le aconsejó dedicarse de lleno al teatro cuando tenía 19 años. Ella lo ha acompañado en su camino profesional y juntos fundaron el Teatro Petra, uno de sus proyectos más importantes.

De ausencia y recuerdo

Clotilde Igirio, la abuela materna de Alberto Linero, fue la persona más influyente durante su infancia y aquella de quien más aprendió. “Me contaba historias ‘macondianas’ llenas de hipérboles y realidades increíbles que exigían mi imaginación y la desafiaban. Me enseñó a atrapar lo sublime de los relatos, a contar y hablar en público”, dice. Gracias a esta habilidad, este samario llegó a consolidarse como uno de los principales líderes religiosos del país. Ella murió de cáncer cuando Linero tenía solo 9 años. “Así también me enseñó lo que era la ausencia y el dolor, pero también a ser resiliente”, concluye.

Mi mamá la Revolucionaria

El ingeniero electrónico colombiano Jorge Reynolds inventó en 1958 el marcapasos artificial externo con electrodos internos, un artefacto médico que ha salvado a millones de personas alrededor del mundo.

De su padre, Norman Reynolds, aprendió la curiosidad científica y la inteligencia numérica. Pero fue su madre, Rosa Pombo, quien a través de su ejemplo, le inculcó el espíritu renovador que lo llevó a ser uno de los primeros ingenieros del país en incursionar en el estudio del corazón. “A principios del siglo pasado, las mujeres solo se dedicaban a las labores del hogar. Mi madre fue una excepción. Ella aprendió a hablar varios idiomas, pintaba y tocaba piano. Era una mujer revolucionaria para la época”.

Al principio de su ejercicio profesional, las mujeres difícilmente ocupaban espacios en los estudios de ingeniería y medicina. Pero hoy, más de la mitad de su equipo en el Departamento de Investigación en Electrónica y Nanotecnología de la Clínica Shaio está conformado por mujeres”.

Gracias por el arte

En la década de 1990 eran pocas las mujeres que lideraban agrupaciones de rock en América Latina. Así que cuando Aterciopelados apareció en escena con una mujer como Andrea Echeverri a la cabeza, el proyecto musical resultó innovador. “Ella es muy diferente de los estándares y estereotipos. Es empoderada, única y dueña de su ‘look’. A esto se debe en parte nuestro éxito”, dice Héctor Buitrago, otro integrante de la banda.

Andrea ha sido una de las mujeres que más ha contribuido a la carrera de este músico, compositor y activista. “Gracias a ella se activó en mí el lado artístico, la sensibilidad y la estética”, agrega. Así mismo, su madre, Teresa Buitrago, quien siempre comprendió al “extraño” personaje que en él habita, y su esposa, Carolina Castaño, con quien durante los últimos 15 años ha construido un sólido camino.

Un consejo lleva a otro

“Respete a las mujeres, porque seguro tendrá hijas y no le gustaría verlas sufrir”. Esta es la frase más significativa que ha escuchado Nairo Quintana a lo largo de su vida. Desde que su madre, Eloísa Rojas, la pronunció cuando era un niño, lo ha acompañado a lo largo de su vida.

Gracias a este consejo, el ciclista boyacense ha mantenido una buena relación con las mujeres que lo han rodeado. De sus dos hermanas, sus profesoras del colegio y su esposa ha recibido consejos sobre el respeto y la importancia del sacrificio, que han sido fundamentales para su carrera deportiva. “Ellas me han dado todo su amor y con una simple mirada aportan a mi tranquilidad”, dice.