Banco Agrario, un salvavidas durante la pandemia

Garantizar el acceso a créditos agropecuarios, especialmente para los pequeños y medianos productores, ha sido una prioridad del Gobierno de Iván Duque. Durante la crisis sanitaria los resultados de este propósito se han hecho aún más visibles. Mientras el sistema financiero decreció sus colocaciones 26 por ciento durante el primer semestre de 2020, el Banco Agrario incrementó sus desembolsos totales en 3 por ciento, y en 21 por ciento aquellos dirigidos al sector agropecuario. En comparación con el mismo periodo de 2019, los créditos a pequeños productores aumentaron 10,1 por ciento y a los medianos 33 por ciento, para un total de 1,6 billones de pesos.

Francisco Mejía, presidente de la entidad, asegura que este desempeño ha sido posible gracias a “la  instrucción del Presidente Iván Duque y del Ministro de Agricultura de duplicar los esfuerzos del Banco Agrario. Así hay irrigación de créditos en el campo colombiano, lo que permite que la producción agropecuaria siga fluyendo”. La línea de crédito Colombia AgroProduce, que es subsidiada con recursos del Ministerio de Agricultura, también se ha fortalecido. Ya ha colocado más de 200.000 millones de pesos para los pequeños productores.

Uno de los beneficiarios es Melquisedec Valero, gerente de La Catira, una empresa llanera que fabrica productos lácteos para distribuirlos en almacenes de cadena. Valero se dedicaba a la producción artesanal de quesillo, pero los créditos del Banco Agrario le permitieron invertir en implementos de acero inoxidable, equipos de pasteurización, una clarificadora y tanques de acero para producir queso 7 cueros. “Estos apoyos nos han permitido mantener nuestra nómina de empleados al día, así como las compras a los 90 pequeños proveedores de leche”, cuenta Valero.

El Banco Agrario, sin embargo, no ofrece únicamente créditos para el sector, el 30 por ciento de su cartera está dirigido a otras ramas de la economía. Es así como ya ha colocado 400.000 millones de pesos en créditos, principalmente para pequeños y medianos empresarios afectados por la pandemia.

Olga Lucía Neira, fundadora de Eventos Colombia, una compañía que se dedica al diseño, fabricación y montaje de mobiliario comercial, es otra beneficiaria. Su emprendimiento nació hace siete años, pero debido a la pandemia tuvo que reinventarse. Ahora fabrica escritorios ergonómicos para el  hogar. El banco fue su salvavidas. “Durante la pandemia no hemos tenido ingresos, pero queremos conservar nuestro equipo de trabajo. El crédito nos permite mantener el capital humano”.

Buenos resultados
Desde agosto de 2018 el banco ha disminuido sus gastos administrativos en un 4 por ciento, eliminado 203 posiciones burocráticas, contratando 403 nuevos asesores para que trabajen desde las regiones e implementado nuevas tecnologías para ofrecer mejores servicios a los productores.

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