Agro
El Efecto Cacao
Así se llama la alianza para fortalecer la cadena de producción de este grano en el país. Una iniciativa liderada por Luker, en asocio con USAID y otras entidades nacionales, que busca mejorar la calidad de vida de las familias dedicadas a esta actividad y empoderarlas.
Hace un año nació El Efecto Cacao, una alianza para fortalecer la cadena de producción de este grano en Colombia y mejorar así la calidad de vida de los cacaocultores del Urabá, el Bajo Cauca, Huila y Tumaco. La iniciativa ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto entre Luker Chocolate en asocio con la Agencia para el Desarrollo Internacional USAID, la Fundación Saldarriaga Concha, Eafit, Enel-Emgesa y la Fundación Luker.
Se han invertido 36.353.000 dólares en tres componentes: productividad, mejoramiento de las habilidades técnicas, comerciales y administrativas, educación y resiliencia.
En cuanto a la productividad, se intensificaron las labores de siembra y rehabilitación de cultivos para pasar de los 350 kilos de cacao por hectárea a los 800 kilos por hectárea. De esta manera se mejoran los ingresos de las familias dedicadas a esta actividad. A la fecha han sido intervenidas 1.340 hectáreas. Ingrid Johana Rodríguez es una cacaocultora de Tumaco beneficiada por esta iniciativa, y asegura que “a mi cultivo de cacao lo veo produciendo dentro de un año tres veces más de lo que me ha venido produciendo. Así mi finca aportará al mejoramiento de mis condiciones de vida, las de mi familia y mi entorno. Quiero ser una gran empresaria”.
Para mejorar las habilidades técnicas, comerciales y administrativas la estrategia consiste en aumentar la capacidad organizacional de 17 asociaciones de cacao. Así podrán desarrollar una visión de negocio alineada con las expectativas y requerimientos del mercado internacional. Adicionalmente, 20 iniciativas de emprendimiento de familias de cacaocultores, con enfoque de género, han recibido apoyo. Lawrence Sacks, director de USAID Colombia, expresa que “en la implementación de El Efecto Cacao invitamos a toda la familia, principalmente a la mujer, a participar en las actividades técnicas y productivas, en los procesos de emprendimientos, participación ciudadana, formación, y resiliencia. Además, en la inclusión generacional, porque queremos interesar a los jóvenes en el cultivo del cacao”.
La expectativa es que estos proyectos tengan acogida para que se conviertan en un ingreso adicional. Finalmente, se ha realizado todo un trabajo de acompañamiento a las familias y a los productores durante su proceso formativo para fortalecer competencias socioemocionales y de resiliencia, que les abran mayores oportunidades en el mercado laboral y les permitan obtener un mejor resultado con sus cultivos. Ya se han beneficiado 1.561 personas en Necoclí, Urabá.
Nutritivo y económico
En Colombia se consumen alrededor de 40.000 toneladas de cacao al año. Entre marzo y abril de 2020 las compras aumentaron 30 por ciento. Además, debido a la cuarentena por el coronavirus, la demanda del producto también creció. Camilo Romero, gerente general de Luker Chocolate, explica que “el chocolate de mesa es un producto de ‘consumo en el hogar’. La gente hoy pasa más tiempo en casa, por lo que hay más ocasiones de consumo. Además es una bebida nutritiva y de las más económicas del mercado”.
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