Promover la lactancia materna, una tarea urgente en Colombia

El desconocimiento y la falta de apoyo a las madres lactantes en América Latina han frenado esta práctica indispensable para garantizar el crecimiento y desarrollo saludable de un ser humano. En Colombia, la lactancia materna exclusiva beneficia solo al 36,1 por ciento de los menores de 6 meses, según la más reciente Encuesta Nacional de Situación Nutricional. Una cifra que preocupa a organizaciones como Save the Children, dedicada a velar por el bienestar de los niños y las niñas en el mundo, y que busca revertirse a través de programas y de acciones que promuevan la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y complementaria hasta por lo menos los 2 años.

Tal como lo indica su directora, María Paula Martínez, “los esfuerzos de Save the Children en este sentido se han concentrado en una iniciativa muy completa que incluye varios componentes: brindar un apoyo económico a las familias, vincular a mujeres lactantes y gestantes en grupos de apoyo y poner a su disposición servicios de consejería”. Los padres también participan del proceso. Juan Pablo Lugo fue uno de ellos. Vivía en el estado de Zulia, uno de los más pobres de Venezuela, y en 2017 decidió migrar a Colombia en busca de nuevas oportunidades junto con su esposa y su hija mayor.

En Bogotá nació Andrea. Ya tiene 2 meses. “El acompañamiento de expertos en lactancia ha sido una bendición. Nosotros podemos contrastarlo, pues tenemos dos niñas y la experiencia ha sido completamente distinta. Con la mayor seguimos las recomendaciones de nuestras madres, pero ahora contamos con especialistas que nos han enseñado la importancia de la lactancia para el crecimiento de nuestra hija”, reflexiona Lugo.

Castor José Barrera y su esposa también migraron a Colombia desde Venezuela. Son padres de tres hijas y desde febrero hacen parte del programa de lactancia materna. En este tiempo como beneficiarios de la iniciativa de Save the Children han aprendido las posiciones idóneas para alimentar al bebé y que la producción de leche humana está mediada por la demanda de la niña a través de la succión que realiza del seno de su madre, entre muchas otras cosas. Pero para don Castor lo más enriquecedor ha sido involucrarse en la lactancia: “Las trasnochadas valieron la pena, pues nuestra bebé va a tener salud y un crecimiento óptimo. Además, al igual que mi mujer, estoy creando un vínculo con mi hija al acompañarla en esta etapa”.

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