Estación de Compresión de Gas TGI, en Mariquita, Tolima. | Foto: Cortesía TGI

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TGI, filial del Grupo de Energía de Bogotá, un aliado confiable

La compañía tiene el 65 por ciento del mercado nacional en kilómetros de infraestructura. A su exitosa gestión operativa se suman la conciencia social y el relacionamiento genuino, que conllevan inversiones sociales en su zona de influencia.

8 de diciembre de 2019

La visión de la Transportadora de Gas Internacional (TGI) va más allá de construir y gestionar estaciones de compresión y gasoductos en Colombia para garantizar la confiabilidad en el suministro de gas natural. Como una de las empresas del Grupo Energía Bogotá, su compromiso es llevar progreso y desarrollo económico a las comunidades, entender su contexto, sus necesidades y transformar territorios.

Con una participación en el mercado de transporte del 65 por ciento en kilómetros de infraestructura, sus redes de gasoducto pasan por 220 municipios, 1.152 veredas y 17 departamentos, con una capacidad diaria de 784 millones de pies cúbicos. Su rol de transportador la pone en la mitad de la cadena de gas natural, como conector, vinculando a productores y distribuidores.

El servicio de TGI tiene un primer impacto. “Aumentamos la capacidad de servicio. Nuestra operación tiene un alcance sobre la comunidad y es que garantizamos mayor capacidad para atender más hogares colombianos”, explica Mauricio Vera, presidente (e) de TGI.

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Uno de los proyectos que avanza a buen ritmo es la expansión de Cusiana Fase 4, la construcción de tres tramos de gasoducto en el interior del país, lo que aumenta la capacidad de transporte de gas desde los campos de Cusiana y Cupiagua. Este proyecto representa un impacto directo sobre la generación eléctrica.

Otro proyecto clave es la bidireccional del gasoducto Ballena-Barrancabermeja, que permitirá transportar 100 millones de pies cúbicos diarios del interior del país hacia la costa Caribe. Para una mayor oferta de gas natural, TGI apoya la necesidad de la Planta Regasificadora del Pacífico y la construcción del gasoducto Buenaventura-Yumbo. 

“En Colombia nos falta tomar decisiones que nos ayuden a garantizar la confiabilidad. Es clave que se den proyectos como unir los dos sistemas, el del interior y la costa, conectarnos al mundo con plantas de regasificación y la tercera entrada a Bogotá, entre otros”, agrega Vera.

El segundo eje se centra en los beneficios por ejecución e inversión en las regiones. “Solo por la ejecución del proyecto llevamos desarrollo y bienestar a las comunidades. Contratamos bienes y servicios, así como mano de obra local. Aparte de los empleos generados, las medidas de compensación social que la autoridad ambiental avala, realizamos inversiones en infraestructura, vías o equipamiento social para la comunidad”, complementa el presidente de TGI. Finalmente, destaca cómo la compañía honra su promesa de valor. “Realmente superamos los promedios nacionales y estándares internacionales en ejecución de proyectos, con terminación oportuna en tiempo y costo”, concluye.