Movilidad inteligente: la historia del TransMilenio en Bogotá

Bogotá es la tercera ciudad más congestionada del mundo, según la consultora Inrix, que monitorea el tráfico en diferentes lugares del globo. Por esta razón, la Secretaría Distrital de Movilidad se ha venido reinventando. Juan Pablo Bocarejo, secretario de la entidad, asegura “que para cambiar la situación de la capital no hay que construir cientos de kilómetros de vías, sino aplicar nuevas tecnologías. Existe una relación muy fuerte entre la movilidad inteligente y la congestión”.

Estas son las estrategias para mejorar, con inteligencia y tecnología, el tráfico bogotano.

No más siniestros

La reducción del número de víctimas por siniestros viales es notoria en la ciudad. Aunque la única cifra aceptable es cero, el panorama está mejorando. La movilidad inteligente ha tenido mucho que ver.

En 2017 la Secretaría Distrital de Movilidad adoptó la política de seguridad vial ‘Visión Cero’, la cual busca que los bogotanos desnaturalicen las muertes en las vías y que sean conscientes de que todas son evitables. Con la adopción de esta política como base de las estrategias de seguridad vial de la ciudad, la situación ha mejorado. En 2014, por ejemplo, 606 personas fallecieron en siniestros de tránsito, mientras que en 2018 esta cifra bajó a 514.

Revolcón amarillo

La entidad viene consolidando un sistema de taxis inteligentes en la capital. Actualmente 5.000 vehículos de este tipo circulan por las calles bogotanas, pero se espera que la cifra aumente a 50.000. Sus ventajas sobre el servicio tradicional son:

Al venir equipados con un sistema similar a ‘Waze’ el taxista y el usuario pueden tomar la vía más eficiente y ahorrar tiempo en los trayectos.

El usuario, desde un principio, sabe cuál es el valor de la carrera y este no cambia.

Cuentan con un sistema de calificación al taxista.

Los nuevos taxis han reducido 95 por ciento los choques.

La tecnología se pone al servicio de los usuarios y de los taxistas.

Semáforos

inteligentes

El actual sistema semafórico de Bogotá es obsoleto: presenta más de 3.000 fallas cada mes, sus luminarias son halógenas –consumen más energía y duran menos– y cada vez que llueve se apagan aleatoriamente unas 50 intersecciones. Por estas causas la Secretaría Distrital de Movilidad se puso en la tarea de modernizar la red semafórica de la capital, proceso que ya ha sido implementado en más de 100 intersecciones. La inversión superó los 170.000 millones de pesos y estas son algunas de sus ventajas:

Los tiempos de viaje en los principales corredores de Bogotá podrán disminuir hasta 30 por ciento.

A través de sensores, los semáforos se sincronizan de forma automática y según el tráfico en tiempo real. Esta automatización responde a parámetros de eficiencia con los cuales se pueden programar los semáforos inteligentes desde el Centro de Gestión de Tránsito de la Ciudad.

No solo regulan vehículos sino también peatones y ciclistas, lo que es clave para la seguridad vial en Bogotá. Los semáforos vienen con contadores regresivos para que los peatones sepan cuánto tiempo tienen para pasar la calle, poseen alertas sonoras para personas con discapacidad visual y utilizan luces LED que, al ser más visibles, son más seguras.

El ícono que identifica los semáforos peatonales es una mujer. Esta nueva figura, además de representar el respeto por la vida de los peatones, es un símbolo de inclusión, al que los ciudadanos le pondrán nombre.

Seguridad vial

ante todo

Las principales estrategias para mejorar la seguridad vial son:

Ingeniería: son todas las intervenciones y cambios en la infraestructura para gestionar las velocidades con calles completas y diseños más seguros.

Cultura ciudadana: durante esta administración, la secretaría ha adelantado múltiples campañas, entre las que se destacan ‘Mírate, todos somos peatones’ —que consiste en visibilizar a este actor como el más vulnerable en las calles— y ‘El poder del cono’, cuya meta es disminuir la cifra de mal parqueados en Bogotá.

Control: la decisión de reducir el máximo de velocidad a 50 kilómetros por hora en siete corredores de Bogotá ha sido bastante controversial. Aun así esta medida es importante ya que, de acuerdo con el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, “cuatro de cada diez fallecidos en siniestros viales se concentran en estas vías principales. Por eso es importante cambiar lo que sucede ahí”. La medida aplica para la calle 80, carrera 68, y para las avenidas Ciudad de Cali, Boyacá, Las Américas, Primero de Mayo y NQS.

Actores viales vulnerables

El número de menores de edad que fallecieron en las vías se redujo en 69 por ciento entre

2014 y 2018.

En el caso de los adultos mayores, en el mismo lapso, se pasó de

111 muertes a 95.

Finalmente, en lo que tiene que ver con los peatones, en general, el año pasado se registró el menor número de fallecidos en la década: 245. En 2014, por ejemplo, la cifra era de 322.

Para los niños

La Secretaría Distrital de Movilidad ha implementado cerca de 2.700 zonas escolares nuevas.

A través de infraestructura segura, señalización y un máximo de velocidad de 30 kilómetros por hora, la entidad le apuesta a la seguridad vial de niños y niñas. También está la estrategia vial Niños Primero, iniciativa que incluye los programas ‘Al colegio en bici’ y ‘Ciempiés’, para mejorar los recorridos de los niños en los entornos escolares.

Sobre dos ruedas

El panorama también pinta mejor para los motociclistas.Entre enero y mayo de 2018 se registraron 64 fallecidos. Este año, en el mismo periodo, la cifra disminuyó a 45.

Esto representa una reducción del 30 por ciento en fatalidades gracias a estrategias de seguridad vial dirigidas a esta población, entre ellas jornadas pedagógicas en vía, capacitaciones, campañas en medios y en calle, entre otras.