TURISMO

Descubra el sendero indígena por el que pasó Bolívar

Muy cerca de Bogotá queda el camino de Gone, en el que se acordaron trueques entre muiscas y chibchas y se dice que pasó el Libertador. Aproveche este puente para conocerlo.

10 de diciembre de 2017
El camino de Gone se convirtió en el epicentro de comercio más importante de la región. | Foto: Jorge Serrato

Desde el puente de La Diana sobre la autopista de Tocancipá, a unos metros del centro municipal, se puede llegar al comienzo del camino de Gone. Si bien la mayoría de los tocancipeños saben dónde queda el puente, pocos conocen aquel sendero que tuvo gran importancia para sus antepasados.

Historiadores reseñan que por este camino cruzaron tanto indígenas como colonos. En la actualidad, es la ruta más cómoda para trabajadores y residentes de un sector de la vereda La Fuente y además es un sendero turístico en el que la naturaleza exhibe a los visitantes una importante muestra de flora y fauna local.

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El día que decidimos recorrer el camino de Gone nos dimos cuenta de que ni los taxistas saben de su existencia. Sin embargo, uno de ellos dijo que nos podía llevar a la vereda La Fuente, donde está ubicado, y que estando allá algún oriundo nos guiaría. Y así fue. Después de cinco kilómetros de recorrido desde el puente de La Diana finalmente pisamos el histórico lugar.

Hace cientos de años este camino era la principal vía de comercio para los habitantes de Tocancipá y Zipaquirá. Cada pueblo poseía un saber ancestral. Los toquencipe y los unta, tribus chibchas que habitaron la Tocancipá de hoy, eran especialistas en alfarería y los indígenas muiscas de Zipaquirá basaban su economía en la extracción de sal.

Las ollas que fabricaban los chibchas les servían a los muiscas para compactar los panes de sal, un proceso que al final implicaba romper la vasija. De esa manera se creó una cadena de producción. Así, el camino de Gone se convirtió en el epicentro de comercio más importante de la región. En la mitad del mismo ambos pueblos se encontraban para hacer trueque. Unos iban con sal para recibir ollas y viceversa.

También dicen que por esa ruta pasó Simón Bolívar cuando llego a Zipaquirá. A pesar de toda su carga histórica y cultural, aún falta mucho por hacer. En 2015 la Alcaldía y otros entes gubernamentales quisieron restaurar el sendero por medio de asfalto de placa huella sin mucho éxito, pues solo el primer tramo de un kilómetro de largo quedó pavimentado. La idea es que el camino de Gone pueda tener un sendero para que los visitantes caminen con tranquilidad.

"A nosotros nos gustaría que todo el camino de Gone tuviera placa huella para que sea más fácil de transitar", dice Leidy Álvarez, habitante del sector, mientras su esposo, Luis Umibio, empuja el coche de su hija que circula con dificultad por el césped que en ciertos tramos se convierte en barrial.

"Que prevalezca la historia, ¿no?", proponen los Umibio Álvarez. Están a la vuelta de su casa y con esa inquietud nos abandonan, no sin antes recordarnos que nos faltan cerca de dos horas para llegar hasta Zipaquirá. Sí, ese era el recorrido que hacían los indígenas de antaño.

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