Un buen momento para comprar vivienda en Colombia

Tener casa propia ya es una realidad para Hugo Alejandro Ramírez Pérez, un veterinario zootecnista de 31 años, nacido en Manizales; quien empezó a cumplir su sueño al acudir a la oficina de una entidad bancaria en esa ciudad, sin saber que iba a ser tan fácil el proceso para lograrlo. “La atención y la asesoría que me brindaron culminó en una alegría muy grande: tener mi apartamento propio; el monto del préstamo fue de 123 millones de pesos”, recuerda Hugo Alejandro.

El nuevo propietario recibió la cobertura del Gobierno nacional para adquirir vivienda nueva no VIS, la cual estará vigente hasta el año 2022 o hasta que se agoten los 100.000 cupos asignados. Los beneficiarios recibirán mensualmente hasta 438.901 pesos para el pago de los intereses corrientes durante los primeros siete años del crédito. Para poder acceder a esta cobertura, los beneficiarios no deben haber recibido previamente ninguna cobertura por parte del Estado. “La ayuda del Gobierno es muy oportuna, porque el flujo de caja de muchos colombianos está golpeado”, afirma Hugo Alejandro.

La entidad que le ayudó a cumplir el sueño a este colombiano es el banco Davivienda, el cual desde hace varios años le está apostando a los diferentes programas del Gobierno que incentivan la inversión en vivienda. Camilo Albán, vicepresidente de Constructores y Banca Hipotecaria de la compañía, asegura que su estrategia es profundizar la colocación de créditos a través de los constructores y compradores, quienes en la actual coyuntura, y gracias al programa del Gobierno, tienen mayores facilidades para adquirir vivienda nueva. El directivo explica que los hogares interesados y que apliquen a la cobertura solo deben solicitar su leasing habitacional o crédito hipotecario para que el banco se encargue de su trámite y aprobación.

De otra parte, para la compra de vivienda nueva de interés social, los colombianos que cuenten con un ingreso familiar mensual de hasta ocho salarios mínimos, que no sean propietarios de vivienda en el territorio nacional y que no hayan sido beneficiarios con los programas del Gobierno, pueden acceder a los subsidios, los cuales se pueden aplicar a la cuota inicial y solicitar su crédito de vivienda.

“Estos créditos cuentan con las garantías del Fondo Nacional de Garantías (FNG), lo que les da tranquilidad a los bancos de poder profundizar mucho más en este segmento de la población. Con esta posibilidad, queremos lograr que más colombianos cumplan su sueño de tener vivienda propia”, afirma Albán, quien recalca que apoyar la compra de vivienda hace parte del ADN de la compañía.

De acuerdo con el directivo, Davivienda es líder en el mercado de crédito constructor con una participación del 27 por ciento y en crédito de vivienda con el 26 por ciento. “Traducido en números, entre marzo y septiembre de 2020, es decir, durante la pandemia, se han desembolsado 14.500 créditos que suman alrededor de 1,7 billones de pesos”, señala Albán. Este comportamiento en créditos de vivienda es un logro que resalta el ejecutivo. “Yo creo que la gente ha mantenido el optimismo de poder invertir en vivienda, ya que en el último mes se han incrementado las solicitudes de crédito. Las cifras del mes de septiembre de 2020 son récord en la compra de vivienda en el país, lo que muestra que el mercado se está moviendo”, asegura el vicepresidente de Constructores y Banca Hipotecaria de Davivienda. Otro dato que resalta es que las aprobaciones en época de pandemia superan los 31.400 créditos, por un valor de 3,4 billones de pesos.

PROYECTOS VERDES

La sostenibilidad es otro tema clave para la entidad financiera, la cual hace parte del Índice de Sostenibilidad Dow Jones. Por eso, para entregar un crédito a los constructores, Davivienda solicita que además de demostrar solidez financiera, cumplan con unas condiciones y características técnicas y arquitectónicas sostenibles.

“Promovemos los proyectos sostenibles, para los cuales ofrecemos disminución en las tasas de interés del crédito al constructor hasta de 100 puntos básicos para las certificaciones Leed, Edge, entre otras”, puntualiza Albán.

En ese sentido, Manuela Pacheco, jefe de Diseño de la Constructora Incol, explica que gracias a la certificación Edge que la firma obtuvo por el proyecto Mirador del Jaboque, en Bogotá, logró rebajas importantes en las tasas por parte de Davivienda. Mirador de Jaboque es un proyecto de vivienda y desarrollo urbano tipo VIS, ubicado en el sector de Engativá, con 544 apartamentos.

“Para lograr la certificación Edge incluimos restrictores de caudal en las griferías, además de un mecanismo de control de presión en los sistemas neumáticos de las torres, que permite alcanzar un ahorro de 35 por ciento de agua”. En cuanto a la energía, se incluyó en cada apartamento iluminación LED y en las zonas comunes un control de iluminación de sensores de presencia y de movimiento, además de un timer para alumbrado nocturno. Con ello se garantiza un ahorro de energía del 32 por ciento.

Por otra parte, Davivienda emitió hace un par de años un bono verde como un instrumento financiero. “Permite apalancar de manera efectiva y transparente los recursos destinados a proyectos que tienen como objetivo mitigar los efectos del cambio climático”, explica el directivo. Como vehículo de inversión y dada su estructura, un bono verde es una alternativa tanto para los inversionistas interesados en el financiamiento sostenible, como para otros agentes, lo cual ha contribuido a dinamizar el mercado de renta fija.

“Con los recursos obtenidos, el banco financia la vivienda de los colombianos –menciona Albán–. Otro ejemplo es la emisión del bono social de género, el primero en Colombia y Suramérica con estas características. Este entrega dinero no solo para incentivar a mujeres empresarias, sino para financiar vivienda a aquellas con menores ingresos, de modo que puedan aprovechar los beneficios de tasas y los programas del Gobierno”. De esta manera, Davivienda ha logrado, a través de los años, consolidarse como el mayor colocador de créditos del sector, abriéndoles por primera vez a los colombianos no solo las puertas del sector financiero, sino también las de sus propias casas.

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