Construcción

Vivienda sostenible, pilar de bienestar social

En los próximos 35 años llegarán a las ciudades colombianas 18 millones de personas. ¿Cuál debe ser el impacto de la creciente demanda de vivienda en la realidad económica y ambiental del país?

16 de noviembre de 2020
Las inversiones para la reactivación del sector van a estar permeadas por incentivos para la sostenibilidad.
Las inversiones para la reactivación del sector van a estar permeadas por incentivos para la sostenibilidad. | Foto: Cortesía Ministerio de Vivienda

Por Viviana Valdivieso*

Las principales iniciativas para la reactivación económica mundial están centradas en una economía verde y baja en carbono. Colombia no es la excepción. El panorama para la construcción sostenible está más vigente que nunca, y la vivienda ha sido y será un pilar estratégico del crecimiento económico y del cumplimiento de los objetivos ambientales y sociales del país. De ahí la importancia de comprender e implementar de manera efectiva un concepto de sostenibilidad integral, que articule a toda la cadena de valor de la construcción, reconozca las buenas prácticas de arquitectura e ingeniería y ayude a cerrar las brechas sociales. Una vivienda de calidad debe ser eficiente en el uso del agua y la energía, usar materiales sostenibles y haber sido diseñada y construida para el bienestar de las personas.

Colombia es hoy un referente en América Latina por su política pública a favor de la sostenibilidad, los beneficios tributarios, los incentivos financieros y la presencia de sellos de certificación que permiten la verificación independiente de las estrategias de sostenibilidad implementadas. Estas condiciones han hecho posible que proyectos de vivienda en todo el país, incluso de Vivienda de Interés Social, hayan alcanzado, de manera económicamente viable, certificaciones de sostenibilidad en los más altos niveles de cumplimiento.

Una edificación sostenible debe considerar la localización, la movilidad , la gestión ambiental y resiliencia, la eficiencia en agua y en energía, el manejo de materiales y recursos y la calidad ambiental interior. Así lo define el Conpes 3919 Política Nacional de Edificaciones Sostenibles, que establece lineamientos generales de sostenibilidad para el entorno construido del país. La importancia y el impacto en el bienestar de muchas de estas características se han hecho evidentes en los últimos meses de pandemia, que han obligado a millones de colombianos a estar de manera permanente dentro de sus viviendas. Esta nueva realidad hace aún más urgente determinar los criterios específicos de construcción sostenible aplicables y convenientes para los nuevos desarrollos inmobiliarios de vivienda, los cuales requieren de un análisis profundo y una lectura adecuada de las prioridades ambientales y el marco técnico, tecnológico, social y cultural del país.

De hecho, y frente a la necesidad de establecer unos lineamientos de lo que representa una vivienda sostenible en el contexto específico de Colombia, ya se cuenta con una certificación propia de este tipo, Casa Colombia, en la que un 90 por ciento de las unidades residenciales en proceso de certificación son Vivienda de Interés Social, algo que hace algunos años parecía inviable desde el punto de vista económico.

Este contexto es de vital importancia puesto que este segmento se convierte hoy en la punta de lanza de la reactivación económica. Más aún porque ya estamos viendo que las inversiones para la reactivación del sector van a estar permeadas por incentivos para la sostenibilidad. Un ejemplo reciente son las acciones planteadas en el documento Conpes 4002, en el que quedó establecido que el Ministerio de Vivienda y el Departamento Nacional de Planeación diseñarán un mecanismo para incluir criterios de sostenibilidad en la construcción de inmuebles residenciales.

A futuro, para materializar los beneficios económicos, ambientales, de equidad y de calidad de vida que ofrece la vivienda sostenible al país, el sector deberá seguir trabajando de manera articulada para crear nuevos modelos de negocio, aumentar la oferta de materiales sostenibles, implementar nuevas tecnologías y trabajar sobre una visión de diseño integrativo, de manera paralela a la creación de nuevos incentivos económicos y de mercado, para que estas buenas prácticas se implementen en todo el país.

*Directora Ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS).