CONCIERTO PARA SORDOS

La tecnología para sentir un concierto

Javier Burgos, productor general de Estero Picnic, es quien presta la plataforma, las cámaras y luces que permitirán a los sordos vivir la experiencia.

12 de diciembre de 2016
| Foto: Álvaro Tavera

La productora Árbol Naranja lleva 10 años trabajando en la industria del entretenimiento organizando eventos y prestando el servicio de alquiler de sonido e iluminación. Javier Burgos, su director, es también el productor general de Estero Picnic donde supervisó el montaje de una plataforma de Geometry. El espacio recreaba la forma del oído, con un sistema de bajos, iluminación y elementos táctiles que estimulaban los otros sentidos. Esta vez la tarima para la comunidad sorda tendrá un elemento extra: unos motores que se sincronizan con la amplificación del sonido.

¿Qué quisiera lograr en este concierto?

Que la música se fusione con los otros sentidos, especialmente la vista y el tacto.

¿En qué consisten los apoyos visuales?

Habrá tres pantallas, una central y dos laterales, con circuito cerrado, que enfocarán siempre a las tres intérpretes de lengua de señas que estarán en el escenario. En la tarima central colocaremos dos cámaras kinect que captan el movimiento de las intérpretes, y eso va filtrado por un proceso de video para hacer imágenes magnificadas con lengua de señas. Habrá también todo un juego de luces.

¿Y los táctiles?

Se logran a través de una tarima a un metro de altura donde se van a poder parar unas 30 o 40 personas simultáneamente. Ellas podrán sentir la vibración de la música en el cuerpo. Unos motores conectados al sonido harán que la plataforma vibre. Adicionalmente, debajo de la tarima habrá dos parlantes bajos que van al ritmo de la orquesta. Estos sistemas de vibración los hemos usado antes para reproducir la sensación que producen instrumentos como la batería y el bajo –que, valga la redundancia, emiten sonidos bajos– en los músicos que tocan otros instrumentos.

¿Es la primera vez que montan una plataforma como esta?

Sí, este va a ser también para nosotros un experimento. Pero en efecto ya hemos probado y sentido la vibración. No es necesario oírla.