HISTORIAS
Cómo financiar los sueños
La banca también es un aliado para hacer realidad proyectos de vida. Cuatro historias de colombianos que hicieron de sus ideas un negocio rentable.
Arepas al amanecer
El desplazamiento forzado obligó a María Noelia Sora a salir de su finca, ubicada en San Carlos, Antioquia, con sus tres hijos, su papá y dos hermanos. Llegaron a la casa de su hermana que vivía en el barrio Aranjuez, en Medellín, con apenas una maleta con ropa para comenzar una nueva vida.
Sin tener muy claro qué hacer, ella acudió a su sentido común. Si la arepa es uno de los alimentos más apetecidos por los paisas y le quedaban bien ricas, pues entonces se pondría a venderlas. En el andén, frente a la casa de su hermana, instaló un fogón de carbón y empezó a asar las arepas más sabrosas y crocantes del barrio. Gracias al apoyo de Bancamía, que le brindó la posibilidad de ingresar al sistema financiero a través de un microcrédito, hoy tiene un negocio en el que vende desayunos desde las cinco de la mañana. Las arepas siguen siendo el producto más apetecido.
La huerta más verde
A las 5:30 de la mañana comienza el día de Angélica Valbuena y sus tres hijos. Empacan cuidadosamente la lechuga, el cilantro y la espinaca, entre otras hortalizas orgánicas que cultivan en su invernadero ubicado en Ubaté, Cundinamarca, que luego salen a vender en bicicleta por todo el municipio.
Durante más de 20 años, la huerta ha sido el sustento de la familia Valbuena. Este proyecto de vida es posible gracias al apoyo de Bancamía y su programa MEbA (Microfinanzas para la Adaptación basada en Ecosistemas), desarrollado junto a la ONU Medio Ambiente y el colegio ICAM. Hoy es un emprendimiento de agricultura sostenible ejemplar para el municipio y Angélica es la primera mujer en formar parte de esta iniciativa.
Gracias a la finca demostrativa instalada por el programa en Ubaté, ella y sus hijos han aprendido diferentes técnicas de adaptación al cambio climático que les permitieron mejorar la producción. El invernadero, el sistema de riego por goteo, la construcción de reservorios para almacenar el agua de lluvia y la instalación de un biodigestor para ahorrar energía son algunas de las mejoras implementadas.
Independencia bendita Ser independiente fue siempre el gran sueño de Milson Morales. Hace unos 15 años decidió apostarle a su idea de negocio y se lanzó a abrir un pequeño expendio de carnes en la plaza de mercado al sur de Montería. El público en general era su mercado natural, pero Milson quería ampliar el portafolio de clientes. Este anhelo lo incentivó a empezar a comercializar lomo de res entre los restaurantes de la ciudad.
Los buenos resultados lo obligaron a ampliar su negocio. Así llegó, en 2013, al Banco Mundo Mujer para solicitar un microcrédito. Siete años después ha disfrutado de nueve préstamos con la entidad, recursos con los que logró adquirir un local más amplio, cerca de la terminal de transporte, y ampliar sus cuartos fríos y la vitrina, que pasó de dos a 18 metros de frente. Hoy, Súper Carnes Finas La Bendición, como se llama el negocio, es proveedor de los más importantes restaurantes en Montería, Barranquilla y Medellín.
Pasión por la tecnología
Lina María Beltrán nació en Santa Marta, pero llegó a vivir a Medellín cuando apenas tenía un año, así que es paisa por adopción. Desde que era adolescente se empezó a interesar por el trabajo con la comunidad, por lo que siempre hizo parte de la Red de Personeros Estudiantiles del área metropolitana de la capital antioqueña y luego del Fondo Juventud y Construcción de Paz, alianza que brinda becas de estudios de pregrado a líderes juveniles, gracias al apoyo del BBVA, Manos Visibles y la Universidad Eafit.
Beltrán obtuvo una de estas becas que le permitió estudiar Ingeniería de Sistemas en la Eafit. En la actualidad trabaja con una importante empresa del sector bananero de Urabá, y es la encargada de administrar toda la información de la compañía. Entre sus planes está crear su propio emprendimiento TIC, en el que jóvenes con pasión por las tecnologías de la información y el software puedan aportar su conocimiento para desarrollar proyectos sociales. “Esa beca me cambió la vida. El proceso que adelanté en la universidad marcó todas mis metas personales y profesionales”, afirma.
*Periodista