ANÁLISIS

¿Cómo reaccionaron los bancos centrales del mundo a la pandemia?

Las autoridades económicas mundiales pusieron en marcha serias medidas para contrarrestar el golpe del covid-19. La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) explica la complejidad de la situación actual y las perspectivas a futuro.

Mauricio SantaMaría* Carlos Felipe Prada** Ekaterina Cuéllar***
31 de agosto de 2020
El Banco de la República redujo su tasa de intervención a 2,25 por ciento entre marzo y julio de 2020. | Foto: iStock

A medida que el coronavirus se expandió por los países, la economía global ha experimentado un choque sin precedentes. Mes tras mes, los pronósticos de crecimiento se actualizan a un escenario más negativo que el anterior. Por eso, este año, sin duda, será el peor en materia de crecimiento económico desde que existen cifras comparables.

El Fondo Monetario Internacional rebajó su vaticinio a contracciones del 4,9 por ciento para 2020, frente a la caída del 3 por ciento que proyectaba unos meses atrás. Este choque, absolutamente inesperado, obligó a utilizar medidas contracíclicas por parte de las autoridades monetarias y fiscales en la mayoría de los países del mundo, para combatir el impacto negativo del virus sobre las pérdidas de ingresos de los negocios y hogares, así como limitar los efectos negativos sobre los mercados financieros.

En el frente monetario, los bancos centrales utilizaron dos estrategias principales. La primera, rebajar sus tasas de intervención gracias al espacio otorgado por las menores presiones inflacionarias; y la segunda, implementar medidas encaminadas a asegurar la liquidez de los mercados financieros, la estabilidad del sistema de pagos y el flujo de crédito a hogares y negocios. En efecto, en Estados Unidos, la FED (Sistema de Reserva Federal) anunció que mantendrá sus tasas de política monetaria en niveles cercanos al 0 por ciento hasta el año 2022 y que continuará con sus programas de compra de activos (80.000 millones de dólares/mes en tesoros y 40.000 millones de dólares/ mes en bonos hipotecarios), incluyendo también bonos corporativos. De manera similar, el Banco Central Europeo (BCE), además de mantener sus tasas de interés en niveles nulos, expandió su Programa de Compras de Emergencia frente a la Pandemia a 1,4 trillones de euros (frente a los 750.000 millones iniciales) hasta mediados de 2021.

En el frente fiscal, los gobiernos se enfocaron en otorgar préstamos estatales o garantías de crédito para empresas, subsidios de ingresos para trabajadores afectados y aplazamiento de pago de impuestos y cargas de seguridad social. Las estimaciones del FMI sugieren que el gasto fiscal para enfrentar la pandemia ya alcanza niveles cercanos al 20 por ciento del PIB en las economías desarrolladas.

En el caso de Estados Unidos se discute un nuevo plan para enfrentar el choque económico del virus, que iría entre 1 y 3,4 trillones de dólares (esto es, entre 5 y 15 por ciento del PIB). Y en la Unión Europea, recientemente se aprobó un fondo por 750.000 millones de euros para la recuperación de la economía (equivalente a cerca del 5 por ciento del PIB).

Estas respuestas de las autoridades económicas llevaron a una corrección en los mercados financieros durante los últimos meses, después de los marcados deterioros observados a finales de marzo, cuando el virus tuvo la propagación global. Sin embargo, el balance general todavía está en terreno negativo. En el caso de la renta variable, los índices de Morgan Stanley muestran desvalorizaciones del 3 por ciento a julio de 2020 para las economías desarrolladas y valorizaciones del 2 por ciento en las emergentes, resultados mejores frente a las caídas cercanas al 20 por ciento observadas a finales de marzo.

La respuesta de Colombia

A nivel local, la mayor liquidez global llevó a una menor salida de capitales en los últimos meses, lo que se tradujo en una reversión de las desvalo- rizaciones de los títulos de deuda soberana observadas a mediados de marzo. Por ejemplo, la tasa de los TES 2024 se redujo a niveles del 3,4 por ciento al cierre de julio, frente a los picos del 8 por ciento de marzo. Sin embargo, en la renta variable todavía se observa una marcada desvalorización del 32 por ciento a corte de julio (corrigiendo levemente respecto a la caída del 46 por ciento de mediados de marzo). Sobre este punto hay que anotar el desempeño desfavorable del sector minero-energético, pues si bien el petróleo muestra una tendencia de recu- peración en las últimas semanas, el precio promedio es de 40 dólares/barril-Brent en lo corrido de 2020, lo que equivale a una caída del 39 por ciento anual. Recordemos que las cuentas fiscales del Gobierno nacional asumían un promedio anual para 2020 de 60 dólares/barril.

Las autoridades económicas y de regulación financiera también implementaron medidas para mitigar los efectos de la propagación del virus. En el frente monetario, el Banco de la República redujo su tasa de intervención a 2,25 por ciento entre marzo y julio de 2020, que se complementó acertadamente con disposiciones de suministro de liquidez y apoyo a la provisión de crédito. En todo ello incidió tanto la inflación al 2,2 por ciento anual en junio (por debajo de la meta del 3 por ciento), como la marcada disminución en la actividad económica y la consecuente necesidad de liquidez de los hogares, las empresas, el Gobierno y el sector financiero.

Precisamente, el sector financiero ha desempeñado un papel clave en esta compleja coyuntura con la implementación de programas de alivio financiero para los deudores, el desembolso de créditos con garantías estatales y su rol en la distribución de recursos públicos destinados a los programas de transferencias monetarias a población vulnerable y mecanismos de apoyo a la nómina de las empresas. Finalmente, es muy impor tante destacar que bajo esta difícil coyuntura el país cuenta con un sistema financiero sólido, con favora- bles indicadores de solvencia, liquidez y manejo de riesgo crediticio, que le ha permitido ser parte de la solución de la crisis que enfrenta- mos actualmente.

*Presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) **Vicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) ***Jefe de Investigaciones de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif).