ENTREVISTA

Cómo la educación y la tecnología van de la mano

Esta es la visión de Koen Timmers, nominado en dos ocasiones al Premio Global a la Enseñanza, quien explora las tendencias educativas de hoy y analiza los retos que tienen las universidades frente al futuro.

Lina Gómez*.
22 de septiembre de 2019
La educación y las nuevas tecnologías son las pasiones del educador belga Koen Timmers. | Foto: Cortesía KoenTimmer.com

SEMANA: ¿Es el aprendizaje colaborativo la nueva tendencia en educación?

Koen Timmers: Hay un debate mundial sobre dos enfoques específicos: instrucción tradicional versus aprendizaje basado en proyectos. Algunos investigadores afirman que el ‘instructivismo’ es el único camino por seguir. Otros ven que el aprendizaje colaborativo puede ser una buena alternativa. Creo que no hay un santo grial. Sin embargo, pienso que el aprendizaje colaborativo permitirá a los estudiantes adquirir habilidades como creatividad, empatía, pensamiento crítico, resolución de problemas y colaboración, destrezas que serán cada vez más importantes en la cuarta revolución industrial.

SEMANA: ¿Cree que esta metodología es más efectiva que las demás?

K.T.: Lo que creo es que los docentes deben convertirse en ingenieros pedagógicos que combinen el enfoque de aprendizaje adecuado con ciertos temas. Con o sin tecnología. Vivimos en una era en la que los estudiantes saben más sobre ciertos temas que sus maestros. Esto todavía se percibe como un tabú. Antes de tener televisión e internet, los profesores eran el único recurso de conocimiento en un salón de clases. Esto ha cambiado. En algunos escenarios, los maestros deben convertirse en guía lateral en lugar de ser sabios en el escenario.

SEMANA: Las nuevas tecnologías transformaron la forma en que aprendemos...

K.T.: Así es. Por ejemplo, en el enfoque constructivista social, los estudiantes aprenden unos de otros, en grupos. Aprenden explorando, discutiendo, intercambiando ideas, construyendo y presentando hallazgos. Hoy, la información está en todas partes y los nodos pueden ser libros, maestros, pares, expertos, sitios web, blogs y redes sociales. Los estudiantes aprenden haciendo esas conexiones, explorando y reflexionando. El maestro se convierte en el facilitador, señalando qué recursos son confiables e importantes. En lugar de buscar en Google una pregunta, uno hace su red personal. Esta red se llama PLN.

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SEMANA: Actualmente está trabajando en el proyecto Innovation Lab Schools. ¿En qué consiste esta iniciativa?

K.T.: Para crear el proyecto decidí combinar dos iniciativas de las que hago parte. Una es Kakuma Project, que ofrece educación gratuita en áreas remotas a través de la tecnología, y la otra es el Proyecto de Acción Climática, que conecta a miles de estudiantes en todo el mundo enfocándose en temas globales. Entonces, los Innovation Labs son espacios de aprendizaje físico en áreas remotas que ofrecen educación gratuita de calidad a estudiantes africanos y suramericanos. Los lugares están equipados con conexión a internet y computadoras portátiles. El proyecto involucra nuestro propio plan de estudios en el que incluimos, entre otras cosas, los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU. Además, implementamos el método STEM (la abreviación de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas): un enfoque pedagógico diferente.

SEMANA: ¿De qué manera la infraestructura de las instituciones educativas contribuye a generar un ambiente óptimo para el aprendizaje?

K.T.: La mayoría de las infraestructuras educativas –las aulas– se centran en la enseñanza al ciento por ciento. Los estudiantes se ven obligados a escuchar a su maestro la mayor parte del tiempo. Especialmente para las universidades, es un desafío encontrar alternativas. Sin embargo, la Universidad de Gante, en Bélgica, implementó un concepto diferente: se instalaron seis salas de ‘activación’, donde los estudiantes pueden hacer ejercicio, compartir soluciones a través de internet, crear proyectos, etcétera. Este tipo de iniciativas aumenta la participación, colaboración y discusión. Una investigación señaló que los estudiantes de esa institución están más motivados e incluso pueden tener mejores calificaciones.

SEMANA: ¿Cuáles son los principales retos que enfrentan las universidades hoy?

K.T.: La educación superior se centra, principalmente, en obtener un título, al tiempo que estos serán cada día menos relevantes. Hoy se necesita una maestría que requiere una licenciatura como prerrequisito, y luego viene el doctorado... en fin: es un proceso de inflación académica. Si lo pensamos bien, los niños que comienzan la escuela este año se jubilarán en 2065. El Foro Económico Mundial señaló que, para 2030, millones de empleos serán desplazados y probablemente el doble de esta cantidad será creado por nuevos trabajos que aún no conocemos. Necesitamos encontrar una manera de educar a nuestros estudiantes para que estén preparados para estos empleos futuros.

*Coordinadora editorial Especiales Regionales de Semana.