¿Son las universidades un modelo de desarrollo?

Colombia tiene varios retos ambientales: detener la deforestación, salvaguardar las áreas protegidas, descontaminar los ríos y, entre otros, controlar los gases vehiculares y crear estándares ambientales para minería, petróleo e infraestructura. Esa fue la advertencia dada por Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, en un texto de la revista Semana Sostenible.

El último desafío, precisamente, es parte de la nueva ruta de proyección de varias universidades de Colombia. Desde hace algunos años, estas instituciones desarrollan prácticas –desde el diseño, la arquitectura y otras disciplinas especializadas en bioclima, iluminación y acústica– que pretenden mermar el impacto que estas construcciones tienen al medioambiente.

Viviana Valdivieso, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), se refiere a estas iniciativas y, sobre todo, a los retos que tienen las instituciones de educación superior en este nuevo cambio de paradigma.

SEMANA: ¿Cuál es la importancia de la construcción sostenible en espacios educativos?

VIVIANA VALDIVIESO: Las edificaciones educativas con bajo impacto ambiental en cuanto a energía, agua, residuos y emisiones de gases de efecto invernadero generan un efecto positivo en la salud integral y el desempeño de los ocupantes: estudiantes, docentes y administrativos.

Las características de estos espacios pueden variar, pero, en general, el diseño, la construcción y la operación son marcas de la implementación de buenas prácticas de sostenibilidad en estas infraestructuras: desde espacios con baja concentración de CO2 y con ventilación a través de sistemas naturales o mecánicos, hasta una gran variedad de plantas en campus y edificios.

SEMANA: ¿Cómo ha cambiado el panorama de la construcción sostenible en Colombia en la última década?

V.V.: La construcción sostenible, como una práctica que potencia el desarrollo sostenible de esta industria, ha avanzado mucho en los últimos años. Las dinámicas de mercado han generado un sinnúmero de oportunidades para el emprendimiento sostenible. Por ejemplo, en esta década el número de empresas de consultoría y los proveedores de servicios especializados ha crecido y la industria de la manufactura de materiales ha innovado en sus procesos productivos, lo que permite tener a disposición productos y materiales con atributos de sostenibilidad y con respaldo científico.

SEMANA: ¿Cuál es el futuro de la construcción sostenible en Colombia?

V.V.: Hoy existen varios elementos que reconocen a la construcción sostenible y reflejan que los mercados verdes llegaron para quedarse. Por un lado, está el compromiso del país en el Acuerdo de París de 2015, que pretende reducir en 20 por ciento las emisiones colombianas de gases de efecto invernadero para 2030. Por otro lado, también están los planes de acción de mitigación y adaptación al cambio climático de la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC), del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, los cuales incluyen al sector de la construcción. Así mismo, para el desarrollo y cumplimiento de estos compromisos se han logrado importantes avances en la reglamentación sobre residuos de construcción y demolición, fuentes no convencionales de energía, proyectos de eficiencia energética y gestión de la energía, y ‘Lineamientos de construcción sostenible’, del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, que adoptó la ‘Guía para el ahorro de agua y energía en edificaciones’ para nuevas construcciones.

SEMANA: ¿Qué ejemplos hay para destacar en construcción sostenible de obras universitarias en el país?

V.V.: Hay que destacar al EAN Legacy, de la Universidad EAN, en Bogotá, que se va a convertir en un referente de la construcción sostenible en el mundo. Este fue el primer proyecto universitario registrado para la certificación LEED –un sistema de certificación de edificios sostenibles, desarrollado por el USGBC (Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos)– en el país.